Cajón desastre

Un Conflicto de Siglos: La Historia de Israel y Palestina

El conflicto entre israelíes y palestinos es uno de los más complejos y duraderos de la historia contemporánea, con raíces que se extienden por siglos.

No se trata solo de una disputa territorial, sino de una lucha profundamente arraigada en la religión, la identidad nacional y la historia.

Un Conflicto de Siglos: La Historia de Israel y Palestina

Comprender el camino que ha llevado al conflicto actual requiere examinar los hitos clave y las múltiples perspectivas.

Un Conflicto de Siglos: La Historia de Israel y Palestina

Orígenes Históricos y la Primera Guerra Mundial

Los orígenes modernos del conflicto se sitúan a finales del siglo XIX con el surgimiento del sionismo, un movimiento político y nacionalista judío que buscaba el establecimiento de una patria para el pueblo judío en su antigua tierra ancestral, conocida como la Tierra de Israel o Palestina. En ese momento, la región estaba habitada principalmente por una población árabe. La Declaración Balfour de 1917, emitida por el Reino Unido durante la Primera Guerra Mundial, prometió el apoyo británico a la creación de un «hogar nacional para el pueblo judío» en Palestina. Esta promesa, sumada a otros acuerdos británicos con líderes árabes, sentó las bases de futuras tensiones.

Tras la disolución del Imperio Otomano, la Liga de las Naciones otorgó a Gran Bretaña un mandato sobre Palestina. Durante este período, la inmigración judía aumentó, generando una creciente hostilidad por parte de la población árabe palestina, que temía ser desplazada. La violencia esporádica se convirtió en un patrón, marcando las primeras etapas del conflicto.

La Creación de Israel y la Nakba

El Holocausto en la Segunda Guerra Mundial aceleró el apoyo internacional a un Estado judío. En 1947, la ONU aprobó un plan de partición que dividía Palestina en un Estado judío, un Estado árabe y un corpus separatum bajo control internacional para Jerusalén. Los líderes judíos aceptaron el plan, pero los líderes árabes lo rechazaron por considerarlo injusto.

El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurion proclamó la independencia del Estado de Israel. Al día siguiente, una coalición de ejércitos árabes invadió Israel, dando inicio a la Guerra Árabe-Israelí de 1948. Israel, contra todo pronóstico, venció y expandió sus fronteras más allá de lo estipulado en el plan de partición. Como resultado de la guerra, más de 700.000 palestinos huyeron o fueron expulsados de sus hogares, un evento que los palestinos recuerdan como la Nakba (la Catástrofe). Este desplazamiento masivo creó un problema de refugiados que sigue sin resolverse.

Guerras Posteriores y la Ocupación de 1967

Las tensiones se mantuvieron altas en las décadas siguientes, desencadenando la Guerra de los Seis Días en 1967. En este conflicto, Israel lanzó un ataque preventivo contra Egipto, Siria y Jordania, y en tan solo seis días ocupó la Franja de Gaza y la península del Sinaí (de Egipto), Cisjordania y Jerusalén Este (de Jordania) y los Altos del Golán (de Siria). La ocupación israelí de Cisjordania y Gaza se ha convertido en una de las principales fuentes de conflicto.

Tras la guerra, Israel comenzó a establecer asentamientos en los territorios ocupados. La comunidad internacional los considera ilegales según el derecho internacional, pero Israel mantiene que su legalidad es discutible y los ve como necesarios por razones de seguridad y religiosas. La continua expansión de los asentamientos ha fragmentado los territorios palestinos y ha dificultado la posibilidad de un futuro Estado palestino contiguo.

La Lucha por la Paz y los Acuerdos de Oslo

A pesar de los enfrentamientos, ha habido numerosos intentos de alcanzar una solución pacífica. Los Acuerdos de Oslo en la década de 1990 fueron el intento más prometedor hasta la fecha. Firmados por el líder de la OLP, Yasser Arafat, y el primer ministro israelí, Yitzhak Rabin, establecieron un proceso de paz que incluía la creación de una Autoridad Palestina con autogobierno limitado en partes de Cisjordania y Gaza, y una hoja de ruta para una solución de dos Estados.

Sin embargo, los acuerdos no lograron consolidar la paz. El asesinato de Rabin en 1995 por un extremista judío, el aumento de los atentados suicidas palestinos y la continua expansión de los asentamientos israelíes minaron la confianza de ambas partes. Las negociaciones posteriores, como las de Camp David en el año 2000, fracasaron al no lograr un consenso sobre temas clave como el estatus de Jerusalén, los refugiados palestinos y las fronteras.

El Conflicto Actual y las Perspectivas de Futuro

El fracaso del proceso de paz ha provocado un recrudecimiento de la violencia. La segunda Intifada (levantamiento palestino) y la posterior construcción de un muro de separación por parte de Israel han profundizado la división. La situación en la Franja de Gaza, controlada por Hamás desde 2007, es especialmente volátil, con bloqueos israelíes y egipcios que han causado una crisis humanitaria.

En la actualidad, las perspectivas para una solución de dos Estados parecen más lejanas que nunca. Israel continúa su expansión en Cisjordania y el gobierno actual muestra poco interés en ceder territorios. Mientras tanto, la población palestina se encuentra fragmentada y sin una dirección política unificada. El conflicto continúa siendo una herida abierta que exige un liderazgo audaz y un compromiso sincero por parte de ambas partes para encontrar una solución que garantice la paz, la seguridad y la dignidad para ambos pueblos.

Botón volver arriba

Bloqueador de anuncios detectado

Hemos detectado que usas un bloqueador de anuncios. Por favor, desactívalo.