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El Alzheimer, un desafío global en el Día Mundial de la enfermedad

Cada 21 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Alzheimer, una fecha instaurada en 1994 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Alzheimer con el objetivo de visibilizar la enfermedad, sensibilizar a la sociedad y reclamar más apoyo para pacientes y cuidadores.

Hoy, tres décadas después de su instauración, el Alzheimer se ha consolidado como una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores, con cifras que crecen cada año debido al progresivo envejecimiento de la población.

El Alzheimer, un desafío global en el Día Mundial de la enfermedad

Una patología que afecta a millones de personas y que sigue siendo uno de los grandes retos sanitarios y sociales del siglo XXI.

El Alzheimer, un desafío global en el Día Mundial de la enfermedad

¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la pérdida progresiva de memoria, el deterioro de las funciones cognitivas y los cambios de conducta. Supone entre el 60 y el 70% de los casos de demencia en el mundo. Aunque suele asociarse a personas mayores de 65 años, también existen casos de aparición precoz.

En fases iniciales se manifiesta con olvidos frecuentes o dificultades para encontrar palabras, pero a medida que avanza provoca problemas para realizar tareas cotidianas, desorientación, alteraciones del lenguaje y finalmente la pérdida de autonomía.

Datos globales y el impacto en España

La Organización Mundial de la Salud estima que más de 55 millones de personas viven con demencia en todo el planeta, y cada año se diagnostican casi 10 millones de nuevos casos. En España, la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) calcula que más de 900.000 personas padecen la enfermedad, aunque la cifra real podría ser superior debido a los casos sin diagnosticar.

El impacto económico también es significativo: se calcula que el coste social del Alzheimer en España supera los 24.000 millones de euros anuales, con un enorme peso en las familias cuidadoras, que asumen el 80% de la atención directa.

El papel de las familias y cuidadores

El Alzheimer no solo afecta a quienes lo padecen, sino también a su entorno cercano. Hijos, cónyuges o hermanos se convierten en cuidadores principales, a menudo sin apoyo suficiente. La carga emocional, física y económica es enorme: aislamiento social, desgaste psicológico, dificultades laborales y gastos asociados a la atención diaria.

En este sentido, las asociaciones de familiares de enfermos de Alzheimer desempeñan un papel fundamental. Su labor incluye desde el acompañamiento emocional hasta la formación en cuidados y la reivindicación de políticas públicas más ambiciosas.

Investigación y tratamientos: avances y desafíos

Actualmente no existe una cura definitiva para el Alzheimer. Los tratamientos disponibles pueden ralentizar la progresión de los síntomas, pero no detener la enfermedad. Sin embargo, la investigación avanza: en los últimos años, varios fármacos han mostrado resultados prometedores en fases tempranas, especialmente en la reducción de placas amiloides en el cerebro, consideradas uno de los signos característicos de la enfermedad.

Asimismo, la investigación genética, los biomarcadores y la inteligencia artificial están abriendo nuevas vías de detección precoz. Detectar el Alzheimer en sus fases iniciales es clave para retrasar la dependencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Concienciación y compromiso social

El lema escogido en muchas campañas de este 2025 es “El Alzheimer nos afecta a todos”, un recordatorio de que la enfermedad trasciende lo individual y supone un reto social, sanitario y económico que requiere la implicación de toda la comunidad.

La OMS insiste en la importancia de invertir en investigación, reforzar la atención primaria y garantizar servicios de apoyo a familias y cuidadores. También subraya la necesidad de derribar estigmas, ya que muchas personas siguen percibiendo la demencia como una consecuencia natural del envejecimiento, lo que retrasa el diagnóstico.

Mirando al futuro

El Alzheimer es, sin duda, uno de los grandes desafíos de salud pública del siglo XXI. En un mundo donde la población mayor de 65 años se duplicará en las próximas tres décadas, se hace imprescindible avanzar en políticas de prevención, detección precoz, investigación y apoyo social.

El Día Mundial del Alzheimer no es solo una jornada de recuerdo, sino una llamada urgente a la acción. Porque detrás de cada diagnóstico hay una persona, una familia y una historia que merece ser acompañada con dignidad, respeto y esperanza.

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