Cajón desastre

Doctrina de adherencia: por qué un epoxi salta, y por qué un epoxi de verdad no

En el ámbito de los suelos industriales, pocas frases son tan temidas como “tengo un problema, el epoxi ha saltado”. Este fenómeno, conocido técnicamente como delaminación, se produce cuando el recubrimiento pierde su unión con el soporte y se despega en láminas.

No se trata de un defecto inevitable del material, sino de la consecuencia directa de errores técnicos previos. Desde la web de la compañía, NChemicals Resinas y Pinturas S.L.U. explica que el problema no reside en el epoxi en sí, sino en cómo se formula o en cómo se prepara el suelo antes de aplicarlo.

Cuando la adherencia se entiende como una cuestión química y no como una simple cuestión de aplicación, el resultado cambia por completo.

El error de los sistemas con agua o disolventes

Muchos de los fallos de adherencia provienen de una decisión aparentemente inocua: emplear formulaciones que contienen volátiles, ya sea agua o disolventes. Durante el proceso de curado, esos componentes se evaporan y dejan un vacío interno. Esa pérdida de masa provoca tensiones superficiales y una contracción del polímero, haciendo que el recubrimiento actúe como una película superficial. Y una película, por definición, no se adhiere: se apoya. Cuando el epoxi se comporta de esa manera, el material queda expuesto a la humedad, la presión o el impacto, lo que termina en la temida delaminación.

Doctrina de adherencia: por qué un epoxi salta, y por qué un epoxi de verdad no

Por el contrario, un sistema 100 % sólidos, como el que desarrolla NChemicals, no contiene volátiles ni sufre evaporación. Todo lo que se aplica permanece en el suelo y polimeriza por completo, generando una masa continua que se integra con el soporte. El resultado no es una película que cubre el hormigón, sino una estructura que se funde con él a nivel microscópico. La adherencia, en ese caso, no es una promesa publicitaria: es una consecuencia física y química del propio diseño del material.

No es un recubrimiento: es una parte del pavimento

La filosofía técnica de NChemicals parte de una idea sencilla pero contundente: un recubrimiento epoxi no debe comportarse como una capa, sino como una parte estructural del pavimento. La empresa formula cada resina para que se adhiera físicamente al poro mineral del soporte, sin intermediarios ni disoluciones que debiliten la unión. En la práctica, esto significa que cada lote se adapta al tipo de suelo, al nivel de humedad y al uso previsto del espacio. En una fábrica, por ejemplo, el comportamiento de rozamiento puede variar entre un acabado C1 o C4 según la normativa técnica, y la formulación se ajusta para responder a esa exigencia.

De serie, NChemicals fabrica resinas en acabados C1 y C2, mientras que los niveles superiores C3 y C4 se logran mediante aditivos antideslizantes que modifican el comportamiento superficial del suelo. Cada ajuste tiene un propósito funcional: controlar el grado de fricción, la resistencia al impacto y la estabilidad química del recubrimiento. Así, la adherencia no depende del instalador ni de la suerte durante la aplicación, sino de un diseño molecular planificado desde el laboratorio.

La formulación empieza por el comportamiento

A diferencia de muchos fabricantes que adaptan resinas genéricas con pigmentos o catalizadores, NChemicals invierte el orden lógico del proceso. Su método parte del comportamiento final deseado, no del producto base. Antes de formular, la empresa define cómo debe actuar el suelo: cuánto tiempo de trabajo necesita el aplicador, qué resistencia a la abrasión se espera, o qué tensión interna tolerará el soporte. Con esos datos, los químicos ajustan variables como la viscosidad, el tiempo abierto, la densidad de reticulación y la tensión interna del curado.

Esa precisión permite generar una masa estructural equilibrada, capaz de absorber microdeformaciones sin perder cohesión. No se trata de improvisar con mezclas estándar, sino de diseñar desde la química un sistema que funcione como un cuerpo continuo. La diferencia se percibe con el tiempo: un epoxi genérico puede brillar el primer mes y despegarse al año siguiente; uno formulado con esta doctrina permanece inalterable durante años, porque su unión no es superficial, sino interna.

Una filosofía que devuelve la esencia al epoxi industrial

En la industria de los pavimentos, la tendencia comercial ha derivado hacia productos diluidos de fácil venta y aplicación rápida. Sin embargo, esa accesibilidad ha degradado la esencia del epoxi industrial. Al incorporar disolventes o cargas baratas, se pierde la integridad estructural del polímero y la adherencia se convierte en un valor incierto. Frente a ese escenario, NChemicals mantiene la filosofía original del epoxi técnico: cero volátiles, máxima masa útil y cohesión interna por encima de la fluidez comercial.

Esta manera de trabajar, habitual en sectores como la aeronáutica o los polímeros estructurales, es rara en el ámbito de los pavimentos. Requiere control químico, disciplina y conocimiento profundo del comportamiento de los materiales. Pero es precisamente ese nivel de rigor el que garantiza que un suelo no “salte”, aunque pasen los años. Porque en un epoxi formulado de verdad, la adherencia no se promete: se diseña.

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