Una charla con Antía Vidal nos permitió conocer el crecimiento que esta actriz ourensana experimentó hasta encontrar el camino de la interpretación y volcarse por completo en una actividad que ha convertido en su profesión.
A principios de los noventa nacía en la localidad de Moreiras (Toén) una joven que siempre experimentó una clara inquietud interior por la expresión artística.
Antía Vidal, el crecimiento de una actriz
El «contexto vital» mostró a Antía diversos caminos en los que se enriqueció personalmente gracias al deporte y la formación académica mientras el germen de la interpretación crecía poco a poco. Un camino, el de la interpretación, que Antía asumió con decisión y valentía para convertirse en la actualidad en una de las jóvenes actrices más prometedoras del audiovisual gallego.
El espíritu inquieto e inconformista de Antía Vidal la empuja a explorar diversas vías de crecimiento artístico sin dejar de lado su actividad en favor de la comunidad. Esta actriz ourensana tuvo un importante protagonismo en las últimas elecciones municipales formando parte del partido Ourense Mellor.
Entrevista a Antía Vidal
¿Cómo llega Antía Vidal al mundo de la interpretación? ¿por circunstancias o ya te atraía todo ese mundo?
Sí claro, ya me tiraba, yo de pequeña ya era muy artista. Era la artista de la familia, la que bailaba, la que cantaba, la que se subía a las orquestas, la que hacía teatrillos con sus amigas. Yo jugaba de pequeña y me montaba mis obras de teatro sin tener ni idea, eso ya estaba ahí, pero por contexto vital no salió antes.
Llama la atención que la mayor parte de la gente que se dedica a la interpretación comienza sus primeras experiencias en pequeñas compañías de teatro desde la adolescencia y en tu caso la introducción es en una etapa más adulta.
El ambiente deportivo en el que me movía me tuvo ocupada en esa etapa de la infancia y adolescencia. Creo que en mi caso el germen artístico siempre estuvo ahí, pero mi trayectoria comenzó por otra vía. Hice mi carrera y durante esa época universitaria estuve vinculada a grupos de danza e interpretación. Con el tiempo y poco a poco empecé con experiencias artísticas puntuales, haciendo modelaje, alguna publicidad por ahí… Llegué a vivir a Santiago y seguí experimentando en el mundo de la interpretación “casi jugando”. Hasta que llegó un momento en el que tuve que elegir y convertirlo en mi profesión.
¿Qué le dirías a la gente que piensa que llegaste al mundo de la interpretación “un pelín” tarde?
En realidad nunca es tarde. Al final yo he llegado cuando la vida me lo ha permitido, porque el contexto vital que he tenido no ha sido como el de otras compañeras que se han podido dedicar al teatro desde pequeñas. En mi caso, yo fui toda mi vida deportista, competía a nivel nacional y dedicaba mucho tiempo a entrenar. A pesar de eso yo siempre he sido una niña muy artista.
Un mundo que te atrapa
¿En el momento que llegas al mundo del teatro y empiezas a trabajar y a formarte se te han presentado dudas alguna vez o es un mundo que atrapa?
Me fui de cabeza a la piscina. Fue una decisión que a nivel personal me trajo muchos cambios que también supusieron pérdidas. Algunas personas de mi entorno no me tomaron en serio. A nivel emocional ha sido duro, porque aunque he sentido el apoyo de mi familia desde el primer minuto hubo otras personas que no lo han entendido y ha sido muy doloroso para mí. A pesar de todo, yo lo tuve claro. En el momento en que me puse seria con esto yo estaba haciendo un máster en Neurociencias y tuve que elegir entre un camino u otro. Empezaban a salirme cosas, fue la época de mi primera compañía de teatro de improvisación. Sentí que era el momento de profesionalizarme.
Fortaleza frente a las dificultades
Cualquiera que se dedica al mundo artístico es conocedor de la inestabilidad laboral que existe en esta profesión ¿Cómo encajas esa situación?
Es muy duro. Una carrera de fondo absoluta. Hay épocas en las que trabajas mucho, otras en las que trabajas sin remuneración, hay épocas en las que directamente no trabajas nada y tienes que buscarte la vida en otra cosa. Es una profesión infravalorada. La gente en general es desconocedora de todo lo que hay por detrás. No solo es el trabajo en sí, es la formación, los ensayos, la parte emocional y personal que hay en esta profesión.
La salud mental es algo importante en todas las profesiones. ¿Cómo se cuida la salud mental en el mundo artístico?
Pues cada uno, se cuida a sí mismo. Pero, yo tengo que decir que cada vez tengo más claro que es importantísimo tener una red de apoyos personales. ¡Actores y actrices que empezáis tenedlo en cuenta! construid una buena red de apoyos de los de verdad. Yo soy afortunada, tengo una red personal de amigas que son familia/artistas (actrices), que nos cuidamos mucho.
Necesitas gente a tu lado con más experiencia que tú, que te ayude a bajar a tierra cuando las cosas van mal o cuando te van demasiado bien. Necesitas que te hagan un acompañamiento. Después también está lo que tú te cuides a nivel particular. Porque este trabajo es muy inestable, no es fácil gestionar que den trescientos NO y tan solo un SÍ o ninguno.
Una formación continua
Revisando tu curriculum vemos que tienes una extensa relación de trabajos teatrales, audiovisuales… pero nos llamó la atención toda la formación que has realizado. Queda la sensación de que los actores y actrices tenéis que formaros muchísimo para cumplir cualquier perfil ¿es así?
Sí, creo que nos tenemos que formar mucho en cualquier profesión pero es cierto que en esta en concreto hay que estar, sobre todo, entrenada. Necesitas trabajar tu músculo, que son tus emociones y tienes que seguir haciendo bien tu trabajo. Yo no pude estudiar la carrera de interpretación en una escuela como la ESADG (Escuela Superior de Arte Dramático de Galicia) o cualquier escuela privada, me tuve que buscar la vida formándome por otras vías. Por eso tengo una formación muy diversa.
Es lo que hablábamos antes sobre el contexto vital de cada una. En mi caso no seguí los pasos normativos ni típicos en la formación de una actriz. Pienso en esto y recuerdo las palabras que me dijo en un taller la dramaturga y directora, Marta Pazos, que me abrió la perspectiva porque ella llegó a lo más alto a través de un camino alternativo con otras herramientas para llegar al mismo objetivo. La formación, por el camino que sea, tiene que ser continua porque tu persona va cambiando constantemente, necesitas estar en movimiento para poder hacer bien tu trabajo. Estás trabajando tú con tus emociones para encarnar a otra persona que tiene otras emociones. Además, cada vez hay más disciplinas y es necesario actualizarse.
Hace un año decías en otra entrevista que el mundo del arte se basaba en paciencia, trabajo y constancia. ¿Aquí nadie se relaja?
Sí, nadie se relaja. Aquí nadie debe relajarse si quiere avanzar. No parar de trabajar es importante. Debes de responsabilizarte de tu actriz sin dejar de nutrirla para que siempre esté preparada y en cuanto te llamen tú debes estar impecable. Trabajar no solo es firmar contratos, sino seguir desarrollándote como profesional.
Un Mestre Mateo para mirar al futuro
Y en este tiempo que llevas dedicada a la interpretación te llega un Mestre Mateo...
(Risas) Sí, me hizo mucha ilusión, aunque no es mío, es un premio compartido. Yo formaba parte del proyecto. Es una web serie, en la que yo estaba implicada con la Escuela de Interpretación de Fernando Tato. Este proyecto se inició a raíz de la pandemia. No podíamos tener clases convencionales así que cada escena, cada capítulo ha sido escrito, guionizado y montado por el alumnado, que éramos actores y actrices profesionales.
La verdad, es muy gratificante porque es un proyecto nuestro. Dirigido por Fernando Tato, con Lucas Terceiro a la cámara, maravilloso, un equipazo fantástico. Es un “Mestre Vide” dividido en muchos trocitos y muy merecido.
¿Y en estos momentos, en qué proyectos te encontramos?
Ahora mismo, estoy con mi compañía Improversados. Es una compañía de teatro musical improvisado, en verso. Tenemos un show muy divertido, con profesionales maravillosos. Tenemos a Diego Salgado que es nuestro músico y canta que es una maravilla, Pedro Placer, que es un compañero fantástico y un Clown increíble y Víctor Castro, que es un rapero de batallas bestial.
Esa es la principal vía de trabajo, vamos a Santiago, Ourense, Coruña. En octubre estreno una obra de teatro textual, sobre un texto de Diego Salgado, y lo hacemos Víctor Castro y yo de actores principales. La obra se llama Uña y Carne y la estrenamos en Santa Marta, en el centro Sociocultural de Santa Marta. A corto plazo es lo que tengo. Después, lo que venga.
Las elecciones de mayo de 2023
No podíamos dejar de tocar un tema como el de la política al que llegas en el año 2023. Concurres a las municipales de la mano de Ourense Mellor. ¿Cómo surge eso? ¿También tenías una vena política o fueron otras circunstancias?
Bueno (risas). Fueron circunstancias inesperadas, pero sí que es cierto que mi entorno hizo el comentario de “si alguno tenía que meterse en política, eras tú” (risas). De hecho, mi madre falleció hace tres años y yo encontré un texto de un cumpleaños que me dedicaba en el que me decía “no sé cómo no saliste política”. En la Universidad yo estaba en todos los organismos estudiantiles, en el cole en el consejo escolar… Al final es un tema que siempre me interesó, y en realidad mi profesión es una profesión muy política. Surgió esta oportunidad y me pareció una experiencia más. Estaba rodeada de gente maravillosa, me acogieron muy bien y fue muy nutritivo. Me gustaría seguir con esto.
¿Todos deberíamos vivir una campaña electoral desde dentro?
Bueno, depende (risas). No se lo recomiendo a mucha gente. Si no fuera todo tan serio (risas). Pero no es una broma, en realidad es una gran responsabilidad y una experiencia algo estresante.
¿Y ahora que han pasado más de dos meses, cómo es el balance de esa experiencia una vez conocidos los resultados y viendo todo en conjunto? ¿Qué ideas quedan en tu cabeza de toda esa época?
Para mí la idea principal es que me gustaría seguir trabajando en este partido, en Ourense Mellor. Es un partido que quiere hacer mejoras en Ourense, quiere hacer que la ciudad sea más viva, y tenemos un equipo maravilloso. Hay que seguir trabajando y dentro de cuatro años volver a intentar entrar en el Concello de Ourense. Necesitamos un trabajo más continuo y constante.
En cuanto a los resultados de las municipales me disgusté, sinceramente, porque creo que continuamos con la peor de las opciones para esta ciudad.
¿Lo mejor y lo peor de esa experiencia?
Lo mejor sin duda mis compañeros de partido. Aprender y juntarme con esas personas. Lo peor, la presión. El medir tanto el discurso y las palabras, los nervios de los debates.