La ourensana Carolina Rodríguez, actual consejera delegada de Enisa, regresa a su provincia para participar en Ultreia Galicia, un encuentro que refuerza el emprendimiento desde el territorio y que convierte estos días a Ourense en un punto clave de conexión para innovadores, empresas e instituciones.
Tras más de una década vinculada a Enisa y casi cinco meses en su nuevo cargo, Rodríguez llega a este foro con la mirada puesta en las oportunidades que Galicia ofrece para impulsar proyectos innovadores y atraer talento.
Carolina Rodríguez vuelve a Ourense para Ultreia Galicia
En esta entrevista avanza reflexiones sobre el papel transformador del emprendimiento, la importancia del préstamo participativo, los retos de las startups en fases iniciales, así como las tendencias que observa en Galicia y Ourense.
También desgrana cómo han evolucionado la Ley de Startups y la Estrategia España Nación Emprendedora, y qué espera de su participación en un evento que reivindica que la innovación también puede —y debe— nacer desde territorios con identidad propia.
Entrevista a Carolina Rodríguez, consejera delegada de Enisa
Carolina, vuelve a Ourense como consejera delegada de Enisa. ¿Qué significa regresar a su tierra en el marco de un evento como Ultreia Galicia?
Venir a Ourense y a Galicia es regresar a casa. Siempre es un placer volver a las raíces y tener la oportunidad de aportar aquí. Ultreia Galicia es una iniciativa que sitúa el territorio en el centro, estableciendo una conexión con el impulso del emprendimiento desde lo local. Resulta fundamental para Ourense y para Galicia aprovechar las oportunidades de desarrollar actividades económicas desde lo local, con capacidad de generar un impacto positivo: arraigo y retorno, crecimiento y transformación.
Después de más de una década vinculada a Enisa, ¿cómo afronta esta nueva etapa como consejera delegada?
Llevo casi cinco meses en el nuevo cargo. Las ganas de aportar día a día se mantienen intactas. Mi trayectoria profesional está vinculada al entorno público, antes de Enisa fue la promoción de inversiones españolas en el exterior o la atracción de inversión extranjera a España. Siempre me ha acompañado la vocación de servicio público y las ganas de generar un impacto y una incidencia positivas. Enisa significa la posibilidad de seguir contribuyendo a reforzar la marca España y de situar el emprendimiento innovador como una palanca de transformación económica y social. Apostamos por una cultura vivida por personas luchadoras y perseverantes, preparadas y rigurosas, abiertas a la colaboración, al cambio, al futuro.
Mirando tu trayectoria, ¿qué aprendizajes personales y profesionales llevas contigo a esta nueva responsabilidad?
En primer lugar, me quedo con el aprendizaje de lo colectivo, lo compartido y lo colaborativo: es decir, de la labor en equipo. Sentirme acompañada por un equipo de personas igual de motivadas y comprometidas que yo por lo que hacen, me lo pone fácil. En segundo lugar, disfruto mucho sabiendo que lo personal es político, que el servicio público es transformador y necesario. Cada una de las empresas que financiamos es el resultado de los sueños y el esfuerzo de quienes están detrás. Hacer realidad estos sueños es tan motivador como apasionante. Por último, orientar el trabajo a aportar soluciones, es una manera de generar movimiento al mundo.
Para quien aún no conozca Enisa, ¿cómo explicarías en pocas palabras cuál es la misión de la entidad y qué lugar ocupa dentro del ecosistema emprendedor español?
Enisa es una empresa pública nacida en 1982 que depende del Ministerio de Industria y Turismo. Desde sus inicios ha sido una administración Pública visionaria, ya que vio el potencial del emprendimiento innovador cuando casi nadie sabía lo que era. Comenzamos invirtiendo en unas cuantas compañías hasta que en 1996 nos especializamos en el préstamo participativo y dimos el salto para llegar a miles de empresas de financiadas. Financiamos a la pequeña y mediana empresa innovadora, así como a startups, con préstamos que van de 25.000 euros al millón y medio de euros. Desde que Enisa iniciara la concesión de préstamos participativos, hemos formalizado cerca de 9.400 para financiar a unas 8.150 empresas, con una inversión acumulada que ronda los 1.450 millones de euros. Cada año llegamos a 600-700 empresas en todo el territorio nacional. Con orgullo puedo decir que cualquier startup que hoy es un éxito llamó a nuestras puertas en sus fases iniciales para ponerse en marcha o crecer.
Enisa se caracteriza por financiar proyectos viables e innovadores sin pedir avales. ¿Por qué es tan importante este modelo de financiación en fases tempranas?
Enisa está muy bien posicionada en el mundo del emprendimiento y de las startups, ya que en fases iniciales estas empresas tienen dificultades para desarrollarse y crecer. Es precisamente al principio cuando se necesita la financiación para poner en marcha una idea o hacerla crecer. Sin capital no se puede contar con el equipo que pueda desarrollar el plan de negocio o llevar a cabo un desarrollo tecnológico. El dinero es necesario para emprender. No bastan las buenas ideas.
Cerca del 60% de nuestra cartera de empresas financiadas se encuentra en la primera fase, cuando el proyecto está arrancando. Ahí es donde Enisa cobra más sentido: en el momento en que hay más riesgo y más necesidad. Después, cuando una empresa ya ha validado su modelo, puede acceder más fácilmente a otros fondos, pero para dar el primer paso hace falta apoyo.
Además, nuestro préstamo participativo, un instrumento financiero muy singular, a medio camino entre el préstamo bancario y el capital riesgo, es muy útil precisamente para esta etapa. Frente al préstamo bancario, tiene una ventaja fundamental: no pedimos avales ni garantías personales. El único aval es el proyecto empresarial y el equipo que lo impulsa. Y, a diferencia del capital riesgo, no tomamos parte del accionariado de la empresa ni intervenimos en su gestión. Enisa es socia financiera, pero nunca una socia propietaria. Nuestros préstamos se adaptan al ritmo de crecimiento de la compañía. El tipo de interés variable está vinculado a la rentabilidad financiera de la empresa. Si una compañía es de reciente creación y aún no tiene beneficios, ese tramo de interés es cero.
Enisa ha puesto en marcha una línea con 303 millones de euros para financiar startups y pymes. ¿Qué objetivos persigue esta convocatoria?
Hemos reforzado nuestro trabajo con un presupuesto mayor, así como con un compromiso de respuesta más ágil para atender aún mejor las necesidades de quienes emprenden. Esto ha sido posible gracias al compromiso constante del Ministerio de Industria y Turismo del que dependemos. Ambos objetivos coinciden con una nueva etapa en Enisa: disponibilidad de recursos durante todo el año.
Tradicionalmente dependíamos de ciclos presupuestarios que nos hacían tener menor operatividad porque las solicitudes que recibíamos dependían de la disponibilidad de los fondos. Eso significaba que una empresa no podía obtener la financiación en ese momento y tenía que esperar. A partir de ahora, esta barrera es inexistente. Hemos logrado, además, agilizar los procesos: el tiempo medio de análisis y de respuesta de concesión, en caso de que se cumplan todos los criterios, es de 30 a 40 días, un plazo enormemente competitivo si lo comparamos con otras soluciones de capital.
¿Qué tipo de proyectos o perfiles de empresa encajan mejor y qué requisitos principales deben cumplir las compañías que quieran acceder a estos préstamos?
Nos interesa contribuir a transformar proyectos y empresas en nuevos modelos de producción, distribución y consumo, más competitivos y viables, más sostenibles y exportables. Nuestra financiación es generalista: toda startup o pyme interesada en innovar, es “enisable”, como nos gusta decir. Al haber reforzado nuestro presupuesto, tenemos mayor capacidad de impacto en el territorio. Asumimos la responsabilidad de llegar a cada rincón de España: ninguna persona que emprenda esté donde esté, debe quedarse sin conocer qué es Enisa y cómo acceder a nuestro instrumento financiero.
Enisa acumula 277 préstamos por más de 39 millones de euros en Galicia. ¿Cómo valoras este nivel de demanda y qué tendencias observas en la región?
El dato confirma el dinamismo del ecosistema emprendedor gallego: 277 préstamos por más de 39 millones de euros reflejan una demanda sólida de financiación alternativa. En la cartera de Enisa, Galicia ocupa la 6ª posición en el ránking de comunidades autónomas por volumen de inversión. Observamos proyectos cada vez más innovadores y diversificados, con especial impulso en sostenibilidad, digitalización y el emprendimiento llevado a cabo por mujeres. Galicia está consolidando su posición como territorio emprendedor, y en Enisa seguiremos apoyando este crecimiento.
Quienes aquí emprenden son clave tanto para el desarrollo de una actividad económica con impacto social. Ellos y ellas son imprescindibles para fijar población como para atraer el talento nacional e internacional. Según el Informe GEM Galicia 2023/24 en Galicia hayun 14% de iniciativas dedicadas al sector primario y un 58% al consumo, en las que el 7% disponen de un nivel tecnológico medio-alto, el 16% son exportadoras y más del 80% muestran conciencia ambiental.
En el caso particular de Ourense, Enisa ha financiado 12 proyectos por más de 1,3 millones. ¿Qué destacarías del emprendimiento ourensano?
Los 12 proyectos financiados en Ourense por más de 1,3 millones de euros reflejan un emprendimiento con identidad propia, muy vinculado a sectores tradicionales que se reinventan con innovación, como agroalimentación y turismo, y a nuevas iniciativas tecnológicas. Destacamos la capacidad de generar valor desde el territorio y la apuesta por modelos sostenibles y digitales, que son claves para la competitividad futura. Redegal es una empresa conocida en la provincia que contó con nuestro apoyo, por ejemplo. También tenemos ejemplos de empresas financiadas lideradas por mujeres.
¿Cómo puede una provincia más dispersa y demográficamente compleja como Ourense incrementar su capacidad de atraer y consolidar startups?
Ourense tiene un reto y una oportunidad: convertir sus singularidades en ventajas competitivas. Para atraer y consolidar proyectos empresariales, es clave reforzar la conectividad digital y física, crear espacios de conexión del talento local con redes nacionales e internacionales, y ofrecer incentivos que hagan atractiva la implantación en zonas rurales. Además, apostar por sectores con identidad propia —como agroalimentación, termalismo y turismo sostenible— combinados con tecnología, y facilitar programas de formación y retorno de talento. Todo ello, acompañado de una narrativa que ponga en valor la calidad de vida y el coste competitivo del territorio, puede posicionar a Ourense como un polo emergente de emprendimiento sostenible. Ultreia se convierte, en estos días, en un punto de encuentro excelente.
Formaste parte del equipo que diseñó la Estrategia España Nación Emprendedora y de la preparación de la Ley de Startups. ¿Qué avances concretos cree que ya se están notando?
Tener la oportunidad de participar en un proyecto de país desde la Presidencia del Gobierno y situar el emprendimiento innovador en lo más alto de la agenda política fue un regalo. La Estrategia España Nación Emprendedora y la Ley de Startups han cambiado para siempre el marco para emprender en España. Hoy contamos con incentivos fiscales potentes —como la reducción del Impuesto de Sociedades al 15% para startups y deducciones del 50% para las y los inversores—, mejoras en la fiscalidad de las stock options, visados y un marco que reconoce la especificidad de las empresas emergentes.
Además, se ha creado la certificación de ‘empresa emergente’ que gestiona Enisa, con más de 1.850 empresas emergentes. Todo esto posiciona España como un país atractivo para emprender y para invertir, además de para vivir. Queda mucho camino por recorrer, pero el punto de partida no puede ser mejor.
¿Qué aspectos de la Ley de Startups consideras más transformadores para la creación de nuevas empresas innovadoras?
Uno de los avances más relevantes que hemos logrado con la Estrategia España Nación Emprendedora y la Ley de Startups es cultural: hoy, como mínimo, todos los ministerios implicados saben qué es una startup y por qué es estratégica para el país. Hemos conseguido que el emprendimiento y la innovación estén en la agenda pública, que se entiendan sus necesidades específicas y que se diseñen políticas adaptadas: desde fiscalidad y talento hasta simplificación administrativa. Este cambio de mentalidad es la base para que las medidas tengan impacto real y para que España compita en igualdad de condiciones con otros ecosistemas internacionales.
¿Qué espera de su participación en Ultreia Galicia?
Ultreia Galicia es una oportunidad para escuchar de cerca al ecosistema emprendedor gallego y compartir cómo la financiación alternativa y la Ley de Startups están impulsando compañías en todo el país. Espero contribuir a visibilizar el potencial de Galicia, reforzar la conexión entre las personas emprendedoras, el mundo inversor y las instituciones. Además, quiero recoger ideas que nos ayuden a seguir mejorando las políticas de apoyo. Además, es un espacio para inspirar y para demostrar que la innovación no tiene por qué concentrarse en grandes ciudades: puede y debe nacer también desde territorios con identidad propia. Voy a presentar a Enisa como la mejor aliada para emprender.
Para cerrar, ¿cómo imagina la Galicia emprendedora dentro de cinco o diez años?
Imagino una Galicia emprendedora que ha convertido su identidad en ventaja competitiva. Con un ecosistema consolidado, con startups que nacen en sectores estratégicos como agroalimentación, biotecnología, energías renovables y turismo sostenible, pero que incorporan tecnología para escalar globalmente. Veo talento retornando y atrayendo perfiles internacionales gracias a la conectividad y a una calidad de vida que es diferencial. Y veo una red de hubs y espacios colaborativos que conectan nuestros pueblos y ciudades, generando innovación desde el territorio. Galicia tiene todo para ser una referente en emprendimiento sostenible y descentralizado, y el camino ya está en marcha.