Los falsos techos del Hospital Materno-Infantil de Ourense se han desplomado en tres ocasiones desde 2023.
El deterioro obliga a cambiar el proyecto inicial de reforma por la demolición completa del edificio y la construcción de uno nuevo. Mientras tanto, la reubicación del paritorio genera protestas.
Derrumbes en el Materno de Ourense precipitan su demolición
Los continuos desprendimientos de falsos techos en el Hospital Materno-Infantil del CHUO han acelerado un cambio drástico en los planes sanitarios de la Xunta para este edificio.

Lo que en un principio iba a ser una reforma integral, se ha transformado en una demolición total del actual bloque y la construcción de un nuevo centro sanitario, con una inversión superior a los 55 millones de euros.
🧱 Tres derrumbes en menos de dos años
Desde diciembre de 2023, el edificio ha sufrido al menos tres colapsos de falsos techos, aunque ninguno provocó heridos graves. El primero ocurrió el 30 de diciembre, en el pasillo de acceso a la unidad de partos. El segundo, en marzo de 2025, afectó la zona de ascensores de la tercera planta. El tercero tuvo lugar este mismo 24 de julio, en un despacho de la segunda planta del servicio de Obstetricia. En todos los casos, la dirección del centro activó protocolos de seguridad, cerrando temporalmente zonas afectadas y reubicando consultas.
El Sindicato Médico de Galicia (Simega) ha denunciado públicamente que el deterioro del Materno es fruto de «años de falta de mantenimiento«. También colectivos ciudadanos como Arrolos de Teta han convocado concentraciones frente al hospital, reclamando el cierre inmediato del edificio para proteger a usuarias y personal sanitario.
🛠️ De una reforma a una demolición completa
Los derrumbes han supuesto un punto de inflexión. En 2021, el plan oficial de la Xunta era reformar por completo el edificio Materno-Infantil, manteniendo su estructura original e integrándolo en la ampliación general del CHUO. Esta estrategia fue avalada con una inversión de más de 48 millones de euros, contemplando también la construcción de un nuevo bloque de hospitalización y otro ambulatorio.
Sin embargo, los informes técnicos posteriores, junto con los sucesivos desprendimientos, llevaron a revisar la viabilidad del proyecto. En agosto de 2024, la Xunta cambió el enfoque: el edificio actual del Materno será derribado y se construirá uno nuevo de 12 plantas, integrado en el complejo hospitalario, con accesos más funcionales y mayor capacidad. Este nuevo plan eleva la inversión prevista a 55,5 millones de euros.
🏗️ Traslados y obras mientras se inicia la demolición
Mientras se ultiman los trámites para el nuevo edificio, la Xunta ha aprobado una inversión provisional de 2,79 millones de euros para reforzar techos, inspeccionar estructuras y trasladar servicios hospitalarios a otras áreas del CHUO.
A día de hoy, se han reubicado dos de las cuatro plantas de hospitalización. El resto lo hará antes de finalizar julio. Las consultas pediátricas, ginecológicas y las unidades neonatales se han trasladado al edificio principal del CHUO, mientras que otras especialidades ocupan espacios en el anexo de Piñor.
👶 Protestas por el nuevo paritorio provisional
Uno de los traslados más polémicos ha sido el del paritorio, ahora ubicado provisionalmente en el Hospital Cristal, a unos 200 metros del edificio central. El cambio ha generado el malestar de profesionales sanitarios y de familias usuarias. Denuncian falta de intimidad, acceso limitado a agua corriente, ausencia de bañeras para partos y peores condiciones de asistencia.
El colectivo Arrolos de Teta, formado por usuarias y matronas, ha reclamado públicamente que el nuevo espacio «no garantiza la dignidad del parto» y ha exigido una solución urgente. La Consellería de Sanidade, por su parte, ha insistido en que el traslado es temporal y garantiza «toda la seguridad clínica«.
📅 Qué pasará ahora
El nuevo edificio, que acogerá todos los servicios materno-infantiles, comenzará a construirse en cuanto finalice el desalojo del edificio actual, previsiblemente a finales de 2025. El derribo podría prolongarse varios meses, y la construcción del nuevo hospital se extendería hasta 2028, según estimaciones recogidas por la prensa gallega.
Mientras tanto, las revisiones técnicas seguirán en la planta 0, la única que seguirá operativa para servicios esenciales hasta que se garantice la reubicación total.
Los derrumbes han marcado un antes y un después en la historia del Hospital Materno-Infantil de Ourense. Lo que iba a ser una reforma se ha transformado en una reconstrucción completa, forzada por problemas estructurales que ya no podían esperar. La ciudadanía y el personal sanitario exigen ahora que el proceso, aunque necesario, no merme la calidad asistencial durante el camino.