El 7 de octubre de 2023, la guerra en Oriente Medio se reactivó con una intensidad sin precedentes en décadas.
El brutal ataque perpetrado por el grupo islamista Hamás contra Israel no solo dejó más de 1.200 muertos, en su mayoría civiles, y el secuestro de unas 250 personas, sino que desencadenó una respuesta militar masiva por parte de Israel, que desde entonces ha marcado la agenda geopolítica global.
Un año de guerra sin tregua: Del 7 de octubre al presente
En las horas siguientes al ataque, el gobierno israelí declaró la guerra a Hamás y lanzó la operación «Espadas de Hierro» con el objetivo declarado de desmantelar la infraestructura militar y de gobierno del grupo en Gaza y liberar a los rehenes.

La respuesta de Israel: Operación «Espadas de Hierro»
La ofensiva se inició con una intensa campaña de bombardeos aéreos contra objetivos en la Franja. El 13 de octubre, Israel ordenó a los residentes del norte de Gaza que se desplazaran hacia el sur, lo que provocó el desplazamiento de más de un millón de personas y el inicio de una profunda crisis humanitaria.
A finales de octubre, las tropas israelíes iniciaron la operación terrestre. El avance se centró inicialmente en el norte del enclave, asediando la Ciudad de Gaza y sus hospitales, como el Hospital Al-Shifa, donde Israel afirmaba que Hamás operaba una red de túneles. La ofensiva terrestre se fue extendiendo con los meses, llegando al centro y al sur de Gaza, donde se concentraba la mayoría de la población desplazada.
Una crisis humanitaria sin precedentes
Desde el inicio de la guerra, la situación en la Franja de Gaza ha sido calificada como catastrófica. Los bombardeos y la ofensiva terrestre han destruido gran parte de la infraestructura civil, incluyendo hospitales, escuelas y viviendas. Las agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias han denunciado repetidamente las dificultades para entregar ayuda. En 2025, la situación ha empeorado, con informes de la ONU que alertan sobre la extensión de la hambruna y la muerte de niños por desnutrición. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, el acceso de la ayuda sigue siendo severamente restringido, y la ONU ha afirmado que «el olor a muerte está por todas partes en la Ciudad de Gaza».
La escalada regional y los intentos de mediación
El conflicto no se ha limitado a Gaza. Desde el principio, la milicia libanesa Hezbolá ha intercambiado fuego con Israel en la frontera norte, y grupos en Siria e Irak han atacado bases estadounidenses. El grupo hutí de Yemen, en solidaridad con los palestinos, ha lanzado misiles y drones contra barcos en el mar Rojo, afectando el comercio global y desencadenando una respuesta militar por parte de Estados Unidos y el Reino Unido.
Ante la crisis, se han intensificado los esfuerzos de mediación de países como Qatar, Egipto y Estados Unidos. Ha habido varias propuestas para un alto el fuego y un intercambio de prisioneros. Tras meses de negociaciones intermitentes y el estancamiento en puntos clave, como el fin permanente de la guerra, en agosto de 2025 Hamás anunció haber aceptado una propuesta de alto el fuego, aunque Israel no se ha pronunciado oficialmente sobre ella, y los bombardeos han continuado.
El futuro incierto y la diplomacia en crisis
En la actualidad, el conflicto sigue activo y las perspectivas de una resolución pacífica parecen complejas. Israel ha continuado con su ofensiva en Gaza, justificando la necesidad de desmantelar por completo a Hamás. La comunidad internacional, incluyendo a la ONU, ha respaldado la solución de dos Estados, pero las acciones sobre el terreno y la falta de consenso entre las partes en conflicto complican su implementación.
Recientemente, un ataque israelí contra una delegación de Hamás en Doha, Qatar, ha puesto en jaque las negociaciones, provocando la condena de varios países árabes y de Naciones Unidas, incluso con el apoyo de Estados Unidos a esta condena. A pesar de todo, Hamás ha reiterado su disposición a continuar las negociaciones. El futuro de Gaza y sus habitantes, así como la estabilidad de la región, pende de un hilo en un momento de crisis diplomática y humanitaria sin precedentes.