¿Qué quiero para Ourense en este 2026? – Artículo de Inmaculada Moreiras Colmenero, concejala en el Ayuntamiento de Ourense.
Ya en tiempos del emperador Augusto, cuando se colocaban las primeras piedras de lo que hoy conocemos como Ponte Vella, los romanos brindaban por el año nuevo, intercambiaban regalos y deseaban fortuna para la nueva etapa que comenzaban.
¿Qué quiero para Ourense en este 2026?
Hoy, lejos del trasiego romano, abrimos el nuevo año con un chocolate con churros en el Cándido y una lista interminable de propósitos para cumplir. En este sentido, cuando apenas faltan unas horas para tomar las doce uvas al ritmo de la Puerta del Sol, va siendo hora de escribir la carta a los Reyes Magos, ¿qué quiero para Ourense en este 2026?

Compromiso personal con el futuro de Ourense
Hace ahora casi tres años que me embarqué en una travesía incierta por el océano de la política local, hasta ese momento desconocida para mí. Mi carrera profesional se había desarrollado en la empresa privada –más de 20 años de experiencia en el sector farmacéutico– y reconozco que al principio me encontraba algo perdida con respecto a las dinámicas de la política y el sector público. Me dieron la oportunidad de poner mi conocimiento en salud pública y mi capacidad de gestión al servicio de mis vecinos, y no lo dudé.
Si hay algo que todavía a día de hoy me motiva para seguir trabajando desde la oposición es mi compromiso por Ourense. En los últimos años, hemos vivido como nuestra ciudad ha ido sufriendo un abandono constante, una pérdida de oportunidades que la detiene en el pasado, que le impide crecer y convertirse en una capital con futuro. Y me duele. Me duele ver cómo la ciudad en la que crecí carece de proyectos transformadores, me duele ver cómo se marchan nuestros jóvenes y me duele pensar que no estamos aprovechando el momento presente para avanzar. Por eso, le pido al 2026 que seamos capaces de trabajar por un Ourense por y para las personas, por un Ourense con futuro, por un Ourense centrado en la calidad de vida y la salud.
Patrimonio, cultura y casco histórico olvidado
Es imprescindible sacar partido y cuidar de nuestra riqueza patrimonial, cultural y natural. En primer lugar, es desgarrador ver en qué estado se encuentra nuestro casco histórico, abandonado en un mar de persianas cerradas, negocios ahogados y ruinas; el desaprovechamiento de edificios históricos como la antigua cárcel o la falta de vida en tantas y tantas plazuelas con encanto. ¿En dónde quedó la Atenas gallega? Museos cerrados, falta de oferta cultural y cientos de artistas y pequeños artesanos que se ven ahogados y menospreciados por el consistorio de una ciudad que ha sido cuna de Blanco Amor, Xaime Quesada o los Suaves…
Termalismo: una oportunidad desaprovechada
Por otro lado, resulta sorprendente cómo se han aprovechado nuestros recursos termales desde hace dos mil años y, ahora, cuando se han convertido en uno de los pilares fundamentales de nuestra oferta turística, son abandonados e infravalorados por el Concello. Apenas hemos avanzado en la puesta en marcha de instalaciones públicas que permitan a nuestros vecinos aprovechar las ventajas terapéuticas del agua termal y, mientras tanto, la capital termal española todavía sigue sin contar con un balneario a la altura de ciudades como Baden-Baden, Karlovy Vary, Vichy, Budapest, Bath…
Espacios verdes y salud urbana
Me crie en los alrededores del Jardín del Posío y todavía recuerdo el correr de aquí para allá de pequeña, situación que bien se podría trasladar a San Lázaro, la Marina o a tantos otros parques. El Ourense del futuro tiene que ser un Ourense verde, que apueste por más espacios naturales, por calles arboladas y parques en condiciones. Hace ahora cerca de 20 años que se inauguró lo que algunos conocemos como el Paseo del Colesterol, más de 15km de senda peatonal en las orillas del Miño; desde aquella época no hemos conseguido lograr un avance comparable en lo que a infraestructura verde se refiere, ni tampoco hemos conseguido integrar la ciudad a las riberas de los ríos. Falta ambición y falta determinación para conseguir un anillo verde que una las sendas del Barbaña, la Lonia, el Miño, Montealegre y el rural con la capital, generando así un motor de salud único.
Movilidad sostenible para una ciudad habitable
Ourense tiene potencial suficiente para convertirse en un referente de movilidad sostenible. Tenemos que aprovechar que somos una ciudad pequeña para fomentar la actividad física, el uso de la bici o el incremento de las calles peatonales. El transporte público y las líneas de bus deben de ser capaces de suplir eficazmente la demanda de los vecinos garantizando una gestión eficiente, lejos de vaivenes caprichosos y experimentos desafortunados. Además, frente a normativas y prohibiciones, debemos ofrecer soluciones a nuestros vecinos, garantizar un buen servicio de transporte y aparcamientos disuasorios.
Seguridad, comercio local e identidad propia
Con todo, le pido al 2026 un Ourense seguro, con efectivos de policía suficiente para que puedan hacer bien su trabajo; un Ourense con identidad propia, que cuide a su comercio local y que deje de maltratar a su Plaza de Abastos; un Ourense que saque partido del AVE, de sus monumentos y de su increíble gastronomía; un Ourense con futuro, que atraiga industria y cuide de sus emprendedores; en definitiva, un Ourense centrado en las personas y con el deseo de mejorar y la ilusión de avanzar, la misma con la que me presenté a las elecciones municipales el pasado 2023.
La salud como eje de las políticas públicas
Por último, esta particular carta a sus majestades de oriente estaría incompleta si no abordo el objetivo último de cualquier política pública: la salud. Desde que pasé a formar parte de la corporación municipal, he luchado para la puesta en marcha de un plan municipal de salud, para abordar de forma transversal medidas que fomenten la actividad física, programas que intenten mejorar los determinantes sociales y que trabajen en beneficio de nuestra salud mental. Con el paso de la pandemia, hemos caído en una sociedad cada vez más individualista, lo que nos obliga a prestar más atención también a la soledad no deseada que sufren nuestros mayores y nuestros jóvenes. Los ayuntamientos deben integrar herramientas para identificar estas realidades, prevenir los problemas de salud pública, crear espacios de encuentro, fomentar hábitos de vida saludable y promocionar el envejecimiento activo, ¡casi nada!
Un deseo compartido para Ourense en 2026
Estoy segura de que esta lista de propósitos puede parecer larga, pero créame el lector cuando le digo que Ourense no se merece menos. Ojalá podamos seguir construyendo ciudad con un proyecto a largo plazo que respete la herencia de nuestros abuelos y asegure futuro para nuestros hijos. Ojalá dejemos de pensar en pequeño, en lo inmediato, en disputas locales para estar a la altura del Ourense que queremos y ojalá la capital de las Burgas mantenga su chispa muchos años más…
Hago esta reflexión lejos de partidismos o reproches políticos. No la escribo como política de la oposición, sino como una ciudadana, una vecina más que se siente responsable de esta situación y que tiene la necesidad de comunicar lo que piensa.
Mis mejores deseos para este año 2026.
Ojalá venga cargado de alegrías, trabajo y, sobre todo, salud.
Feliz Navidad
¿Qué quiero para Ourense en este 2026? – Artículo de Inmaculada Moreiras Colmenero, concejala en el Ayuntamiento de Ourense.

