El Ayuntamiento de Ourense, la Consellería de Medio Ambiente y Cambio Climático de la Xunta de Galicia y la Universidad de Vigo colaborarán en un ambicioso proyecto piloto de refugios climáticos para la biodiversidad en Ourense.
Esta iniciativa pretende convertir a la ciudad en un referente en la lucha contra los efectos del cambio climático urbano.
Ourense lidera un plan piloto de refugios climáticos para la biodiversidad
El alcalde de Ourense, Gonzalo Jácome; la conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez; y el rector de la Universidad de Vigo, Manuel Reigosa, firmaron este lunes en el salón de plenos un convenio de colaboración para la puesta en marcha del proyecto.

El plan piloto persigue tres objetivos clave: identificar las islas de calor del municipio, diseñar medidas para crear refugios climáticos y seleccionar los espacios más idóneos para su implementación.
Las islas de calor son zonas urbanas donde las temperaturas son anormalmente elevadas, especialmente peligrosas durante olas de calor. Afectan con mayor gravedad a la población más vulnerable, como personas mayores y niños.
Por otro lado, los refugios climáticos se definen como áreas con condiciones ambientales estables que permiten la supervivencia de especies animales y vegetales. Se contemplan dos tipos:
- Refugios de retención, que conservan condiciones benignas para especies nativas.
- Refugios de deslocalización, que ofrecen hábitats adecuados para especies desplazadas por el cambio climático.
Para desarrollar esta iniciativa, se impulsarán tres líneas de trabajo:
- El diseño de un dispositivo portátil capaz de registrar temperatura y humedad relativa, con geolocalización, que facilite un mapeo climático detallado del municipio.
- El análisis de las islas de calor en Ourense y la propuesta de zonas candidatas a convertirse en refugios climáticos compatibles con la preservación de la biodiversidad local.
- La validación de esta metodología a través del piloto en Ourense y su posible aplicación en otros ayuntamientos gallegos.
Este convenio representa un paso decisivo en la adaptación urbana al cambio climático y la protección del entorno natural. Este paso se realiza desde una perspectiva científica y coordinada entre administraciones y universidad.