El reto viral de defecar en piscinas se ha convertido en el fenómeno más repugnante y peligroso del verano 2025 en España.
Lo que algunos califican como “broma” ha obligado a cerrar temporalmente más de 300 instalaciones acuáticas en todo el país, generando un grave problema sanitario y logístico.
El asqueroso reto viral que está cerrando más de 300 piscinas en España
En distintas comunidades autónomas —Cataluña, Euskadi, Castilla y León y Comunidad Valenciana—, municipios como Sant Joan de Vilatorrada, Bellver de Cerdanya o Berga han tenido que clausurar sus piscinas municipales tras detectar excrementos en el agua.

En Xinzo de Limia (Ourense), la piscina pública local tuvo que ser clausurada el pasado viernes al observarse restos fecales en el vaso principal, presuntamente a causa de este reto viral. El cierre se activó alrededor de las 14:00 h, mientras que la piscina infantil pudo seguir abierta sin alteraciones. El Ayuntamiento procedió de inmediato con limpieza profunda, hipercloración y análisis sanitarios. Tras comprobar que los niveles de salubridad eran adecuados, la piscina grande reabrió este lunes. El alcalde, Amador Díaz, lamentó profundamente el impacto que estos comportamientos irresponsables tienen sobre la comunidad.
Lo alarmante es que, según han advertido los propios ayuntamientos, no se trata siempre de accidentes. Algunos participantes en este reto llegan a transportar heces en recipientes para verterlas deliberadamente en el agua.
Riesgo sanitario real
Las autoridades sanitarias recuerdan que nadar en agua contaminada con materia fecal puede transmitir bacterias como E. coli, Salmonella o Shigella, parásitos como Giardia y virus como la hepatitis A. Los niños, que a menudo tragan agua durante el baño, son especialmente vulnerables.
El protocolo para estos casos incluye el cierre inmediato de la piscina, el vaciado total o parcial, la hipercloración del agua y análisis bacteriológicos exhaustivos antes de reabrirla al público. El proceso puede durar entre 24 y 48 horas, generando un perjuicio directo a usuarios y ayuntamientos.
Una tendencia sin sentido
Expertos en redes sociales apuntan que este reto, que ya circulaba en plataformas como TikTok desde 2018, ha resurgido con fuerza este año impulsado por la búsqueda de notoriedad y el efecto imitación. Las autoridades advierten de que quienes participen pueden enfrentarse a sanciones económicas, e incluso a responsabilidades penales por delitos contra la salud pública.
Mientras tanto, los gestores de piscinas piden colaboración ciudadana para identificar a los responsables y frenar una moda que resulta tóxica para la convivencia.