Los dibujos animados funcionan como potentes agentes educativos si los observamos desde un prisma pedagógico, crítico e integrador. Pueden ser grandes aliados en la educación familiar.
Cuando nos convertimos en madres y padres nos reencontramos con un lado infantil que creíamos lejano. Reconectamos con nuestra infancia a través de nuestras hijas e hijos.
Volvemos a visionar dibujos animados y disfrutamos de momentos, a veces sin apenas darnos cuenta, durante los que llegamos a reforzar el vínculo con nuestras peques y sus dibus.
¿Qué madre o padre no ha llegado a sorprenderse tarareando música de cabecera de los dibujos favoritos de sus criaturas?
Como madres y padres, nos importa que nuestras hijas e hijos crezcan y florezcan en valores. Intentamos ser un buen ejemplo para esas personitas y que su entorno sea favorable para la transmisión de esos principios de convivencia.
Existen recursos de ocio que forman parte de nuestra vida familiar y que funcionan como herramieta útil para este fin. No podemos ignorar la presencia que la TV y plataformas digitales tienen en el día a día de las familias.
Por eso es importante visionar, desde un prisma educativo, aquellos dibujos animados que nuestras hijas e hijos pueden estar viendo. La TV y las plataformas digitales también pueden ser grandes aliadas en la educación familiar.