Mujeres emprendedoras en Ourense: 8 protagonistas en la jornada de la mujer. Es indiscutible que por fortuna con el paso de los años la presencia de la mujer en el ámbito empresarial es cada día más fuerte.
En Ourense son muchas las emprendedoras que se lanzan a abrir su propio negocio, gestionar su propia empresa trabajando en muchos casos dentro de sectores en los que ellas todavía son una minoría. Y es que si de base ser emprendedor es una aventura en muchas ocasiones complicada, por desgracia el hecho de ser mujer se puede convertir todavía en un escollo añadido.
Mujeres emprendedoras en Ourense: 8 protagonistas en la jornada de la mujer
Hoy quiero hablar de ellas, de esas mujeres que optaron por trabajar duro por su propia empresa. Profesionalidad, buen hacer y trabajo duro las han llevado al éxito en Ourense. En su día a día sacan adelante negocios en un panorama actualmente marcado por las restricciones y la incertidumbre, aunque ni eso ha podido frenarlas. Paula, Mercedes, Sandra, Beatriz… Es el momento de saber un poco más sobre algunas de esas mujeres que llevan Ourense mucho más lejos a través de sus empresas.
Adriana Polo, gerente de Eco Orense S.A.
‘Para mí ser empresaria en Ourense es toda una experiencia. Vivimos en una ciudad pequeña y aunque nos cueste decirlo eso no abre puertas fácilmente a los que trabajamos a nivel nacional. No es lo mismo tener tu sede central en Madrid que en Ourense. Pero gracias al esfuerzo y el trabajo en equipo, lo hemos conseguido. Nosotros hemos logrado tener un trato de confianza con el cliente, lo que nos ha llevado a una buena posición.
El hecho de ser mujer sí que me ha traído algunas dificultades. El sector de las telecomunicaciones continúa siendo ‘de hombres’ y muchos al principio no se fiaban de mi profesionalidad, parecía que les servía cualquiera antes que yo. ¿Qué fue lo que hice? Convencerles de lo contrario, trabajando muy duro luchando con muchas ganas. No sabemos qué nos deparará el futuro, pero estamos preparados para afrontarlo.‘
Beatriz Nieto, propietaria de Trastes Kids
‘En los negocios infantiles la presencia de la mujer es mucho más fácil, todo hay que decirlo. Conozco a muchas mujeres gerentes en este sector. Por supuesto, yo tengo como referente a mi madre que lleva más de 40 años llevando un negocio familiar a sus espaldas y enseñándome todo lo que sabe. He crecido entre colecciones de ropa infantil, viajando a ferias y ayudando a mi familia en el negocio. ¿Lo peor hasta ahora? Sin lugar a dudas, la pandemia. Está siendo muy complicado aunque parece que ahora volvemos a ver un poco la luz. Si todo va bien este año se podrán retomar las celebraciones y eso para un negocio como Trastes Kids es esencial. Es un hecho importante también para muchas marcas de moda de toda España.‘
Sandra Fernández, alma máter de Vivesan
‘Ser emprendedora implica mucho sacrificio, mucha templanza y mucho saber estar. Mucho más actualmente con todo el tema del Covid. En mi sector, el de las actividades deportivas, mucho más. Lo cierto es que como empresaria todavía me encuentro con muchas trabas sobre todo a la hora de encontrar ayudas que nos apoyen en nuestro emprendimiento. Al fin y al cabo somos las que estamos levantando el país. Por supuesto las cuotas de autónomos deberían revisarse, para que cada uno tuviera que pagar en función de la facturación. No veo que se nos esté valorando lo suficiente.
En mi sector además no despuntamos las mujeres, hay muchos hombres, pero creo que es porque falta la mujer emprendedora en el fitness. Tenemos que olvidar las comparaciones y tirar hacia adelante. Y lo triste es que ni la competitividad ni los procesos para poder llevar a cabo ciertas actividades ayudan. Creo que lo esencial es saber hacer las cosas y hacerlas con el corazón y con ganas. Estoy completamente segura de que el fitness es mucho más de lo que nos han vendido, que un cuerpo o juventud. Hago lo que me gusta y busco siempre ayudar a los que me necesitan, trabajando el cuerpo y la mente. Puedo ayudar, lo sé, porque sentirse bien es lo que cuenta.‘
Laura R. Padín, psicóloga autónoma en su propio Centro de Psicología
‘Siempre he dicho que nuestro negocio es una criatura que a veces odias y otras adoras. Mi día a día son muchas horas en el trabajo, algunas remuneradas y otras tantas no. Siempre estás dándole a la cabeza con cosas nuevas o que puedan gustar y sean útiles. O repasando que si aquello lo hiciste bien, se podía mejorar… Al final tu trabajo es tu mejor carta de presentación. Y, en mi caso, ver que alguien se va motivado o motivada para un cambio y lo consigue, es un chute que hace seguir hacia adelante. Por otra parte, intentas compatibilizar con el resto de las parcelas de tu vida, pero a veces es complicado y en ocasiones ves que la gente no entiende, esto al principio me frustraba bastante y ahora ya suelo pasar por alto.
Cuando pienso en mis inicios, los recuerdo con mucho cariño. Recuerdo que tenía un nudo en el estómago en el que había nervios, locura e incertidumbre, pero todo bañado con mucha ilusión. Ya hacía años que la idea estaba rondando en mi cabeza, y en el 2014, me lancé. Como para todas y todos, supongo que son duros. Y tampoco es que ayuden mucho en el tema administrativo. Menos mal que di con César, de Cimo, y me ayudó y asesoró un montón. Fueron días de mucho aprendizaje. Y aún lo son. Al emprender todos los días/semanas son inicios.‘
Cristina Echeverría, propietaria de Cris Olite Peluquería
‘Hoy en día ser emprendedora es complicado. La gente tiene muy buenas ideas pero ponerlas en marcha sin apoyo ni ayudas es muy difícil. Creo que en Ourense el hecho de ser una ciudad pequeña en la que todos nos conocemos, esto ayuda realmente. Abrí mi peluquería hace ahora dos años, tras casi 20 años trabajando como empleada en el sector y a día de hoy no me arrepiento en absoluto. Hay días buenos y otros no tan buenos pero todo se compensa.
Actualmente con la crisis del Covid19 estamos un poco en standby pero creo que hay que ver el futuro con esperanza y esperar que las cosas poco a poco vayan mejorando.‘
Paula Ruiz Iglesias, propietaria de Lambonarte
‘Abrir Lambonarte es una de las mejores cosas que he hecho en toda mi vida, aunque si tengo que ser sincera, no es algo que volvería a hacer por contradictorio que suene. En mi caso, lo mejor de emprender fue el poder convertir una afición que me encantaba llevar a cabo en mi propio trabajo y además poder hacerlo a mi gusto, organizándome a mi manera. Puede que quizás la parte negativa está en que en muchas ocasiones ese trabajo invade el resto de mi vida quedándose con todo el tiempo.‘
Mercedes Gómez, gerente de Eira Clothes
‘La idea de emprender llevaba conmigo la friolera de 20 años, el Covid, con todo vino a decirme que era el momento de actuar y dejar de pensar. Tuve la suerte de criarme en una familia con un matriarcado muy acusado en el que el trabajo duro, el esfuerzo, la constancia y el feminismo, cuando ni sabíamos ni lo que era. En mi familia se cosechaba en igualdad de condiciones, en mi casa nunca hubo diferencias, al final mi padre vivía rodeado de suegra, mujer e hija.
En Eira buscamos un diseño exclusivo e inclusivo, ofrecemos calidad frente a cantidad. Vestimos a mujeres reales. Eira es cercanía, prendas atemporales comprendiendo la diversidad de los cuerpos. Vendemos moda, no tallas. En nuestro ecommerce, también hay lugar para marcas internacionales como ICHI o Byoung. Confío en que nuestra marca Eira sea un referente en el mundo ‘curvy’ y seguir creciendo.
Emprender en una provincia con tanto bagaje en el mundo textil, cuna de grandes diseñadores, como Adolfo Domínguez o Roberto Verino no es fácil. Los timings nunca son los que son. Nos hacen falta más ayudas. No es un camino de rosas… ¡¡pero se puede!! Emprender es increíble y a la vez muy duro. Compaginar el papel de madre con el de empresaria y el de mujer es complejo pero muy satisfactorio.‘
Alba Polo, propietaria de Júpiter Ourense
‘Ni yo misma me hubiera imaginado hace algunos años que estaría en este punto de mi vida. En mi ciudad querida, Ourense, y gestionando mi propia empresa. Como muchas empresarias han dicho ya, el camino es muy complicado ante todo porque la burocracia no pone las cosas nada fáciles. En nuestro caso lo que más nos costó fue encontrar un local que se adecuara a nuestras necesidades y que no nos supusiera un gasto inasumible.
Tuve la suerte de contar siempre con el apoyo de familiares y amigos, y jamás me he sentido sola o desamparada. Como mujer, en alguna ocasión sí que he podido ver que se me hacía de menos pero al final pasas página y prefieres pensar que por dar con un machista no vas a venirte abajo. Todavía hay mucho por hacer, por la conciliación, por la igualdad y por todas esas mujeres que quieren y no pueden. En Júpiter Ourense trabajamos a diario por esto, y nos sentimos muy orgullosos de ser una familia donde mujeres y hombres tienen siempre las mismas oportunidades.’