Cajón desastre

Ofertas de calderas

Las personas previsoras estarán en estos momentos combinando las horas de sol y playa con el seguimiento de las mejores ofertas de calderas ante la próxima llegada del invierno.

Los sistemas de calefacción y agua caliente forman parte del paquete de servicios que utilizamos en nuestro hogar. Imaginarse esos duros días de invierno en los que las temperaturas caen con fuerza y que nuestra caldera no funcione resultaría todo un drama. Para evitar esa situación, quizás toque ser previsor.

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Estar atento a las mejores ofertas de calderas nos permitirá ahorrar una buena cantidad de dinero si estamos pendientes de renovar esa vieja caldera que ya no funciona o se ha quedado obsoleta. Los nuevos modelos son más eficientes y nos ofrecerán varias ventajas comenzando por el ahorro en la compra.

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Los avances en calderas

Tendremos que remontarnos varios siglos para encontrar los primeros sistemas de calefacción y agua caliente. Aunque los diseños y tecnologías han evolucionado a lo largo del tiempo, el concepto básico de una caldera para calefacción y agua caliente se ha mantenido relativamente similar.

En la antigüedad, las calderas eran generalmente sistemas simples que utilizaban la combustión de leña, carbón o incluso aceite para generar calor. Estas calderas tenían una estructura de hierro fundido que contenía un compartimento donde se quemaba el combustible. El calor generado por la combustión calentaba el agua contenida en la caldera, que luego se distribuía a través de tuberías o radiadores para proporcionar calefacción en los edificios.

Con el avance de la tecnología, se desarrollaron calderas más eficientes y seguras. A mediados del siglo XX, las calderas de gas y petróleo se convirtieron en una opción popular. Estas calderas utilizaban la combustión controlada de gas natural, gas propano o petróleo para generar calor. El agua se calentaba mediante intercambiadores de calor y se distribuía a través de un sistema de tuberías para proporcionar calefacción y agua caliente sanitaria.

En las últimas décadas, ha habido un mayor enfoque en la eficiencia energética y la reducción de emisiones. Esto ha llevado a mejoras en el diseño de las calderas, como la incorporación de sistemas de condensación y tecnología de modulación. Las calderas modernas suelen ser más compactas, eficientes y seguras que sus predecesoras.

Tipos de caldera

Cabe mencionar que cada tipo de caldera tiene sus propias ventajas y consideraciones, y la elección dependerá de factores como el tipo de combustible disponible, la eficiencia energética deseada, los costos de instalación y mantenimiento, y las necesidades específicas de calefacción y agua caliente de cada usuario. Los combustibles más utilizados son el gas, gasóleo, biomasa, electricidad, pellets o la energía solar.

Para uso en zonas urbanas, las más utilizadas son las calderas de gas por su menor tamaño y gran eficiencia. El combustible utilizado principalmente es el gas natural, gas butano o gas propano que a un precio razonable nos permiten proporcionar a la vivienda la calefacción y agua caliente necesarias. Si bien las calderas que utilizan gas natural o gas propano necesitan una instalación para el suministro, las calderas que funcionan con gas butano no exigirán nada más que disponer de la característica bombona naranja.

En los últimos años se están popularizando las calderas de condensación. Este tipo de caldera puede ser de gas, gasóleo o biomasa, pero incorpora tecnología de condensación para aprovechar el calor latente contenido en los gases de escape. Esto aumenta su eficiencia y reduce el consumo de combustible.

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