Algo sigue sin funcionar, obradoiros – Artículo de Helena Iglesias Rodríguez
Hacía mucho que no me ponía a escribir, pero creo que de vez en cuando es muy necesario hablar.
Algo sigue sin funcionar, obradoiros
En septiembre suelen comenzar los “Obradoiros de emprego”, esos que:
Son talleres duales de empleo y programas públicos de formación y empleo en los que las personas desempleadas participantes reciben cualificación profesional a la vez que desarrollan un trabajo productivo para una entidad pública o de interés social. Las entidades promotoras serán ayuntamientos, mancomunidades o vinculadas a un ayuntamiento de Galicia. La Xunta de Galicia subvenciona los gastos de la puesta en marcha y desarrollo del taller.
Competencias clave
Unos meses antes comienza la selección tanto de personal, del director, del administrativo y del profesorado. Dichos talleres pueden ser de nivel 2 o 3 dependiendo de lo que se imparta y como se desarrolle. En algunos niveles es imprescindible tener la ESO sino, habrá que pasar las competencias clave nº 2 o nº 3. Para ello habrá una parte específica que deberán preparar con las materias básicas como gallego, lengua castellana o matemáticas.
Y en ese punto me quiero centrar, en el de las competencia clave. Como maestra lo he estado impartiendo, he participado en diversos procesos selectivos y de lo cual puedo hablar largo y tendido.
La docencia en los obradoiros
En primer lugar, para trabajar como maestro en estos obradoiros debes pasar un proceso tedioso, poco transparente e incluso una vía de enchufe para ciertos alcaldes y sus promesas electorales.
A los procesos selectivos puedes llegar de tres formas, porque bien te informa el alcalde o concejal de turno, porque te anotas en el INEM o porque lo ves publicado en el boletín provincial o en la web del ayuntamiento de turno. Si llegas a través de la oficina del INEM unos días después de anotarte llegará o bien por correo ordinario o por correo electrónico toda la documentación para completar y las instrucciones para alegar formación o tiempo trabajado en la especialidad.
Una vez tienes metido todo por registro, comienza lo surrealista de la cuestión. Llegas a entrevistas personales en las que un jurado de 5 personas te hacen preguntas no estipuladas en ningún sitio y que difieren de un candidato a otro. Las escribes y las lees ante un tribunal, sea o no de manera mas rigurosa y aquí es el lugar donde se cuela al favorito del alcalde o alcaldesa en cuestión. ¿Por qué? aquí es donde se puede dar la máxima puntuación a ese candidato más afín.
Formación y experiencia
Luego viene la formación. En algunos ayuntamientos está acotada por puntuación máxima, en otros sin puntuación pudiendo alegar toda la formación que tienes y por último alegas la experiencia según el ayuntamiento y pensando en el candidato más “idóneo”, también se barema.
Por mi experiencia en varios ayuntamientos, un programa que debería ser uniforme en toda la comunidad gallega varía según los intereses de cada alcalde. Curioso o no curioso en ocasiones pasan cosas como mi experiencia.
“Eran principios de noviembre y se concentraron varias entrevistas y entregas de documentación. Llego a un ayuntamiento, entrego toda la documentación por registro y me dispongo a esperar para hacer la prueba objetiva, mi sorpresa es que se entra de forma individual. Teniendo en cuenta que era en un ayuntamiento de gran densidad de población, había gran cantidad de candidatos, aproximadamente unos 100, así que la entrevista individual, imagínense. Llega mi turno y me dispongo a entrar a mi entrevista, surrealista no, lo siguiente. Me doy cuenta de que no se graban las entrevistas, así que el poder reclamar, o por lo menos escribir lo que el candidato dice no existe.
Al final del día me encuentro con el listado de participantes y la nota. Curiosamente a pesar de tener muchísima formación y experiencia, estoy por debajo de compañeros que se presentaron y que habían sido mis alumnos (llevo más de 15 años de experiencia). Me quedo con las dos seleccionadas que deberán desempatar, llamémosles sujeto A y sujeto B. Curiosamente es el sujeto A el que accede a la plaza, descartándose el B. Entre el sujeto B y yo habría unas 60 personas con la diferencia de puntuación de más de 30 puntos. Alegó, pero todo queda en nada. Días después el sujeto B y yo nos volvemos encontrar en un proceso selectivo para ser docente de educación compensatoria en un obradoiro, nos ponemos a hablar, y coincidimos en ciertas conclusiones que me reservo pero a las que llegaréis al terminar de leer el artículo.
El sujeto B y yo entramos y nuestra entrevista y sorpresa aquí todo es diferente, nos dan un folio con unas preguntas, tenemos media hora para responderlas y a continuación debemos leer sin cambiar nada lo que hemos escrito. Sorpresa, cuando dan la baremación y me encuentro con mayor puntuación que el sujeto B y no solo eso sino que por el medio nos encontramos con otra persona con mayor puntuación que el sujeto B. ¿Cómo es posible que en un proceso selectivo en igualdad de condiciones haya tantas diferencias en la baremación?”
Falta de transparencia
Por todos es sabido que a la hora de las contrataciones en muchos ayuntamientos las cosas funcionan de manera poco transparente.
Las deficiencias y una mala forma de trabajar no termina aquí. Una vez llegan los papeleos y la hora del trabajo, ¡sorpresa! Primero, la organización es un desastre, hay que bailar por varios ayuntamientos sin un día fijo y no solo eso, si un día hay un imprevisto se descontrola el calendario. Los materiales para el profesorado no existen y los propios docentes debemos dotarnos de nuestro material informático necesario para el aula. En algunos ayuntamientos se carece incluso de pantalla para poder explicar.
Cuando te pones a explicar ves como el alumnado no muy numeroso tiene en general bastantes dificultades y no solo eso, incluyen alumnado de más de 50 años para la obtención de las competencias clave. Soy de las personas que cree que cuanta mayor formación mejor nos va, pero es necesario que una persona de más de 60 años se forme en las competencias clave en un taller de formación, realmente ¿le va ser útil?
El trabajo de aula
Cuando ya entras en el aula tienes una evaluación inicial y ves que todo lo que habías preparado o la mayoría no sirve de mucho. Tienes que elaborar material más manipulativo, comenzar un tú a tú e involucrarte incluso emocionalmente para conocer algo más a los alumnos porque en ocasiones tienen un factor emocional que invita a no avanzar. Recuerdo las primeras 3 semanas en uno de los ayuntamientos con uno de mis alumnos, era un infierno ir a dar esa clase, ni quería avanzar él ni dejaba que los otros avanzasen. Recuerdo con mucho cariño a Jorge, ese alumno que daba demasiado por saco, pero el que al final logré esa empatía. Son grupos muy heterogéneos en donde impera una alfabetización muy baja, aunque una gente de un gran corazón.
Desde mi visión como docente todo debería cambiar, cuando se obliga a estudiar al final se consigue el efecto contrario en la mayoría de los casos. A los alumnos se les está pagando un sueldo incluso en el momento de adquisición de estas competencias y ni eso les ayuda a motivarlos. En la mayoría de los casos lo ven como un dolor de cabeza, un rollo y una perdida de tiempo, aunque siempre hay alguien que valora esa formación y esa ha sido mi única chica.
En otros ayuntamientos lo que pretenden es que adquieran esa formación para luego entrar en los obradorios y que adquieran esas competencias para mejorar, pero aún así no encuentran motivación.
Reformular el sistema
Creo profundamente que debemos reformular la educación, evitar el fracaso escolar y concienciar de que el mundo esta avanzando a pasos agigantados y que sin formación y sin conocimientos no seremos capaces de conectarnos a ese mundo digital que avanza cada vez más rápido.
Para todos aquellos que tengan el interés en mejorar y conseguir las competencias aquí dejo un enlace para autoformación: https://campusvirtualemprego.xunta.gal/login/index.php
Algo sigue sin funcionar, obradoiros – Artículo de Helena Iglesias Rodríguez
