DEPRESIÓN en la ADOLESCENCIA – María Quintas Sotelo (Gabinete TeaR)
La depresión puede darse a cualquier edad, pero la etapa de mayor riesgo de inicio la presenta la Adolescencia. Este período del ciclo vital, comprendido entre los 12 y 18 años, se caracteriza por cambios físicos, cognitivos y sociales que pueden suponer factores de riesgo. Por ello, es fundamental disponer de la máxima información sobre esta problemática que a veces, se oculta, debido al sufrimiento y las consecuencias que suponen a nivel académico, familiar, personal e incluso social.
DEPRESIÓN en la ADOLESCENCIA
En esta etapa el/a adolescente está construyendo una identidad propia, tiene que decidir qué adulto quiere ser, lo que puede llegar a producir desregulación emocional y desajustes de conciencia.
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a tiene depresión?
Los síntomas pueden variar de un/a adolescente a otro/a, los más habituales son:
- Apatía. Pierde el interés y el placer por actividades que antes disfrutaba y le gustaban, como jugar, salir con amigos/as o hacer deporte. Prefiere estar solo/a, se aburre y tiende al aislamiento, evitando las relaciones sociales con familiares y con su grupo de iguales.
- Tristeza e Irritabilidad. Su hijo/a pasa la mayor parte del tiempo alicaído/a, enojado/a, está al borde de las lágrimas o de mal humor. Llegando a desarrollar sentimientos desesperanza y melancolía como un sentirse «vacío/a», con pensamientos recurrentes entorno a la muerte.
- Frustración o enfado, incluso sobre asuntos aparentemente sin importancia.
- Baja autoestima, con sentimientos de culpa o vergüenza y verbalizaciones de que no vale nada. Autocrítica exagerada y una fijación en lo malo del pasado. Además, no se preocupa por lo que pueda pasar en el futuro y suele ser pesimista.
- Cansancio durante gran parte del día, sin motivo y con mucha necesidad de tranquilidad.
- Conductas destructivas o autolesiones. Acumula tensión, tiene falta de control de impulsos o daña su propio cuerpo de manera intencionada y consciente con el objetivo de liberar emociones internas.
- Problemas para dormir. Duerme muy poco durante la noche o demasiado durante el día.
- Cambio en la Alimentación. Falta de apetito o come más de lo habitual.
- Dificultad para concentrarse y tomar decisiones lo que conlleva consecuencias en el rendimiento académico.
- Consumo de sustancias
- Conflicto con la familia y/o amigos
¿Qué puedo hacer? Pautas
Es importante que, como familia, estéis atentos/as a los factores de riesgo y síntomas mencionados con anterioridad.
o Fluir Emocionalmente. Habla y dedica un tiempo cada día a hablar con tus hijos/as. Pregúntales acerca de sus emociones y pensamientos.
- Escúchale sin juzgar desde la comprensión y el afecto, que exprese lo que piensa y siente.
- Respeto y persistencia. Si le resulta difícil y complicado hablar sobre sí mismo/a, muéstrale respeto y apoyo. Se comprensivo/a y paciente, aunque no entiendas lo que le está pasando.
- Fomenta la sociabilidad. Haz lo que puedas para ayudarle y que vuelva a conectar con sus amigos/as. Anímalo/a a salir o invítalos/as a casa. Participa en actividades que involucren a otras personas para darle la oportunidad de conocer a más personas.
- Nunca ignores los comentarios sobre la muerte y el suicidio. Hablar del suicidio es importante.
- Promueve su salud mental. Higiene del sueño, alimentación saludable, deporte y relaciones positivas.
- Refuerza sus puntos fuertes. Enfoca su día a día, en el desarrollo de sus cualidades y capacidades.
- Apoyo y orientación en la construcción de la persona que quiere ser.
- Enséñale a relajarse con actividades físicas y creativas que le ayuden a reducir el estrés.
- Respeta sus momentos de soledad e intimidad. No presiones porque incrementa los sentimientos de culpabilidad.
- Bríndale seguridad y protección.
Ayuda profesional
Ofrecerle la oportunidad de buscar ayuda profesional es adecuado, para que pueda encontrar un espacio de apoyo que os permita a toda la familia seguir sanos y en positivo. Adicionalmente, enseñarle a analizar las situaciones difíciles como una oportunidad (resolución de problemas), para que enfrente los problemas desde una perspectiva más sana, paso a paso es primordial, así como trabajar aspectos de su motivación, educación y regulación emocional, habilidades sociales o incluso crear metas y un plan de vida que puedan ayudarle a crear resiliencia y a sentirse mejor.
María Quintas Sotelo – Graduada en Psicología y Diplomada en Educación Social.
En el año 2010 inició su trayectoria profesional en el ámbito de protección a la infancia y adolescencia. Actualmente presta sus servicios en Tear (Gabinete de Psicología, Educación Social, Logopedia y Nutrición) ayudando a mejorar la calidad de vida de las personas que acuden a intervención, a través de su dinamismo y empatía creando un extraordinario vínculo emocional.
Gabinete de Psicología TeaR
Doctor Fleming 47, Ourense
Teléfono: 988 98 00 33