El sector agrícola se moderniza para poder mantener la competitividad que le permita ofrecer los mejores productos. Este proceso va parejo al estricto control de gastos que se impone para garantizar la supervivencia de las explotaciones.
En una sociedad en plena evolución, el sector agrario no ha sido ajeno a estos cambios y ha incorporado sistemas de automatización o el uso del renting agrícola para facilitar el trabajo y la financiación del sector.
El sector agrícola se moderniza
Si por algo se ha caracterizado el mapa agrícola de Galicia durante años es por la gran fragmentación del terreno que provocaba una disfunción en el rendimiento que cada agricultor lograba. Eran tiempos de escasa mecanización, malos accesos a los terrenos y una innovación en los métodos de trabajo prácticamente nula.
En las últimas décadas del siglo XX se pusieron en marcha en Galicia numerosas iniciativas de concentración parcelaria para mejorar la productividad. Estas iniciativas públicas, unidas a la creciente introducción de maquinaria han permitido que Galicia siga ocupando un lugar destacado en la cosecha de numerosos productos agrícolas.
En una comunidad que aglutina la mitad de las unidades singulares de población se sumaba que cada persona era titular de muchas tierras de pequeño tamaño. Además de la pérdida de tiempo en desplazamientos entre distintas fincas, el campo en Galicia no estaba preparado para la llegada de maquinaria. En los ayuntamientos en los que se realizaron las concentraciones parcelarias, gozan ahora de grandes superficies que cuentan con cómodos accesos. Aquellas zonas en las que no se desarrollaron estos proyectos, siguen sufriendo las consecuencias de la excesiva fragmentación del suelo.
Novedades en el sector agrícola
La maquinaria, cada vez más potente y avanzada permitió aumentar la productividad agraria. La reducción del tiempo de trabajo que ofrecían las nuevas máquinas se convirtió en una necesidad a pesar del coste de estas. De los primeros tractores que llegaban a las explotaciones agrícolas a cuentagotas se pasó a modernas máquinas equipadas con las últimas novedades y comodidades. Esta maquinaria contaba con un gran abanico de accesorios para poder realizar todo tipo de trabajos.
Poder acceder a esta maquinaria agrícola no siempre estaba al alcance de todos los bolsillos. El sector agrícola presenta un gran riesgo por su exposición a fenómenos meteorológicos, plagas, sequías, etc… En los últimos años, aquellos agricultores con dificultades económicas encontraron un importante aliado en los servicios de renting agrícola. El sector primario encontró en esta solución su respuesta para poder acceder a la maquinaria que necesita sin tener que afrontar una fuerte inversión inicial.
La generalización de este sistema de renting ha permitido una mejor planificación de gastos del sector. Cuotas de renting mensuales y el no tener que asumir gastos de mantenimiento posibilitan que el agricultor sepa con exactitud el gasto que tendrá que afrontar cada mes. Otra de las ventajas que ofrece este sistema que cada vez utilizan más profesionales del sector es la renovación constante de la maquinaria. Al no tener que realizar una fuerte inversión en la compra de la máquina que necesitamos, no necesitaremos alargar la vida útil más allá de lo estrictamente necesario. En el momento que algunas de las máquinas que tengamos en régimen de renting se quede obsoleta, podremos cambiar a un modelo más actual de forma rápida y cómoda.