Outonía surge en el interior de Galicia para dinamizar y trabajar en favor de un espacio rural muchas veces abandonado. La cooperativa Outonía tiene su base de operaciones al cobijo del Macizo Central, O Courel y Trevinca.
Tres emprendedoras, dos de Ourense y una de Lugo, han puesto en marcha un proyecto ilusionante bajo el nombre de Outonía.
Esta palabra tiene dos acepciones en el diccionario:
1 – Tempo do Outono.
2 – Herba que nace despois de que se recolle o feo.
Este segundo significado encaja a la perfección con la filosofía de esta iniciativa. Después de décadas de abandono del espacio rural, Outonía pretende ofrecer una alternativa que revitalice la vida fuera de las grandes urbes. Desde su formación en la educación social, luchan contra ese mantra de «No rural non hai futuro».
Crear un proyecto que refuerce el rural y de forma a proyectos de desarrollo y potenciación de la gran riqueza que esconde el interior de Galicia. Desde un punto de vista socioeducativo, la amplia experiencia de las tres mujeres al frente de Outonía, ofrecerá proyectos propios y acompañarán en la elaboración de proyectos de la administración y entidades privadas.
Tres emprendedoras en el rural
Esta iniciativa surge de las inquietudes de tres mujeres que buscan un espacio interior más vivo en Galicia.
- Araceli Macías – A Veiga
- Tania Sánchez – Viana do Bolo
- Paula Carrera – Quiroga (Lugo)
Las líneas estratégicas de Outonía Cooperativa están fijadas en cuatro pilares fundamentales que marcarán el sistema de trabajo de esta cooperativa.
- Rural, patrimonio e identidad.
- Educación ambiental, dinamización y cultura de la sustentabilidad.
- Desarrollo comunitario y participación ciudadana.
- Educación emocional, género y diversidades.
El rural gallego está necesitado de iniciativas como está que permitan mejorar y potenciar la vida en las zonas más abandonadas y deshabitadas.
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