Finalmente, el párroco de Seixalbo se sentará en el banquillo por el caso de los mensajes enviados a un monaguillo. Esta decisión tomada por el juez Luis Doval, abre la puerta a la fiscalía para que se abra juicio oral.
El caso por el que el cura de Seixalbo puede llegar a sentarse en el banquillo parte de la denuncia contra él por el envío masivo de mensajes a un menor. Casi 700 mensajes enviados por el sacerdote en un periodo de 3 semanas en el que se incluían algunos de contenido sexual.
El niño contó lo sucedido en el colegio en el que estudia y a partir de ahí, todos los mecanismos se pusieron en marcha. La relación entre ambos se establece por que el menor colaboraba en la actividad eclesiástica como monaguillo.
La pena a la que se podría enfrentar el sacerdote de Seixalbo si finalmente es condenado va de tres meses a dos años de prisión. El cura de Seixalbo está apartado de su actividad religiosa desde que se inició este procedimiento.