La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas de trabajo – Mariví Iglesias, Consultora en finanzas personales
Las malas condiciones laborales de los trabajadores en plena Revolución Industrial contribuyeron al surgimiento del movimiento obrero y sus reivindicaciones.
Una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores era la jornada de ocho horas. Uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso».
Tiene sus orígenes en el 1 de mayo de 1886 en los Estados Unidos, donde tuvo lugar una trágica huelga multitudinaria en la que fallecieron varios sindicalistas en su lucha por una jornada laboral de ocho horas. El congreso obrero que se celebró en París tres años después estableció el carácter festivo del 1º de mayo, si bien la mayoría de países europeos adoptaron de forma oficial esta festividad mucho más tarde.
El día internacional de los trabajadores también se conmemora en España el 1 de mayo. Se trata de un día festivo nacional en el cual se celebran los avances sociales del país y se reivindican los derechos laborales de los trabajadores. La festividad se celebra en la mayoría de países democráticos de todo el mundo.
En España el 1 de mayo fue festivo durante la dictadura franquista, aunque sin el derecho a manifestar su carácter reivindicativo por parte de los trabajadores. La conmemoración finalmente se legalizó en el país en 1978, de la mano del movimiento obrero y sindicalista.
El denominador común a todas las personas que trabajamos es el “dinero que percibimos por nuestro trabajo” pero no es el único motivo.
La reivindicación de la jornada laboral de 8 horas de trabajo
Muchos piensan que la principal razón por la que trabajamos es por el dinero que llevamos a casa. Ciertamente, el poder generar ingresos económicos para pagar las cuentas y cumplir con nuestras obligaciones, es una razón fundamental y de mucho peso para salir a trabajar, pero no es la única.
Para muchos, el trabajo los ayuda a definirse y a saber quienes son en realidad.
Les da un sentido de identidad, lo ubica y posiciona entre los demás. Les da prestigio, relevancia. Para otros, el trabajo les permite ser parte de una comunidad, de una “tribu” que les da sentido de pertenencia, que los acompaña, y hace sentir aceptados y aprobados, “incluidos”, y ojalá, en un ambiente agradable. A otros el trabajo les permite liderar equipos o ser parte de ellos, conocer gente diferente y estimulante que los ayudan a crecer y ampliar sus paradigmas. Algunos trabajan por el contenido mismo del trabajo, otros por el conocimiento o por hacer crecer a los demás.
Comprender nuestras razones personales de alineamiento con el trabajo nos permite evitar el riesgo de tomar decisiones basadas en mitos comunes o en aquello que la gente repite sin ninguna base ni sustento: por ejemplo, aquel que insiste que cuando alguien ha alcanzado un cierto nivel de ahorros, ya no necesita trabajar; o que el dinero o los beneficios materiales lo son todo.
André Kostolany dijo: “A veces es mejor dedicar 1 hora a reflexionar sobre nuestro dinero que a trabajar 1 semana para conseguirlo”.
Y yo te pregunto, ¿LO HACES?
Mariví Iglesias- Consultora en finanzas personales
www.mariviiglesias.es
Buen artículo. El dinero debería ser el elemento que contribuye a la realización del buen trabajo. Sin embargo hoy se gana dinero sin trabajar y mientras más trampas más ganas. En realidad un sueldo hoy te garantiza tu situación de clase.