Insultar al árbitro de un partido de juveniles cuesta 600 euros. Esa es la sanción impuesta por la Comisión Galega de Control da Violencia a una persona que asistió a un partido en Velle (Ourense).
Un amigable (dentro de la rivalidad deportiva) partido entre los equipos juveniles del CD Velle y el Seixalbo finalizó con un sabor amargo tirando a desagradable.
Un espectador que asistía al partido en el campo del CD Velle se dedicó a insultar de gravedad al árbitro del partido. Este hecho fue denunciado y es ahora cuando la Comisión Galega de Control da Violencia impone la sanción.
Este sujeto recibirá una sanción económica de 600 euros y la prohibición de acceder a un recinto deportivo durante un periodo de 6 meses.
Es necesario erradicar cualquier tipo de violencia de las actividades deportivas, sobre todo si forman parte de ella nuestros jóvenes. El fútbol, por desgracia, es la excusa que algunos aprovechan para perder los papeles y quitar al exterior al maleducado que llevan dentro. Veremos si tocar el bolsillo sirve para algo.