Entrevistas

Interpretando a Rosa Puga Davila

Interpretando a Rosa Puga Davila, analizando sus palabras, sus pensamientos y su forma amable de observar el mundo que la rodea, uno se da cuenta de cuales son los valores que la mueven.

Rosa es una mujer orgullosa de sus orígenes, orgullosa de su Ribadavia y de sus vecinos. Buen punto de partida para tener los pies en el suelo y dar el pistoletazo de salida a una importante trayectoria en el mundo de la interpretación.

El aprendizaje constante y transversal, la curiosidad constante por descubrir y experimentar y una dosis de empatía para comprender el mundo que la rodea. Cada frase de la entrevista que Ourensenarede ha realizado a Rosa Puga Davila merece una pequeña reflexión. Pequeñas gotas de reflexión para mostrar al detalle la visión personal de una excelente actriz de Ribadavia.

Entrevista con Rosa Puga Davila

¿Cómo se define Rosa Puga Davila?

Interpretando a Rosa Puga Davila

A día de hoy, no sé mañana, me defino como una persona a la que le encanta aprender de la vida y de las personas, las vivencias son para mi un tesoro. Creo que soy empática e intento cada día buscar el modo de ser compasiva y menos juiciosa. A veces soy insegura, ingenua y poco pragmática, idealista.

Tras este intento, debo confesar que soy una persona a la que no le gusta definirse y en general, sentirse definida. Entiendo la vida como un descubrimiento y una búsqueda constante. No sé si llegamos al final de nuestra vida sabiendo realmente quiénes somos y más en un mundo donde nada más nacer, parece que ya se espera algo de los niños. Lo social e incluso a veces lo familiar, sutilmente nos devuelve una imagen de lo que se supone que somos o debemos ser. Huyo un poco de las definiciones que en un momento determinado, pueden hacerle a una difícil cambiar de parecer, darse cuenta de que una ha cambiado, llevarse la contraria o incluso caer en que una no era como pensaba.

¿Como es el proceso que te lleva a decidir de un día para otro que quieres ser actriz?

Supongo que esta decisión es fruto de algo que latía en mi inconsciente, porque ni yo misma sé de donde salió esa voz que por primera vez verbalizó ese deseo. Creo que en el fondo necesité ser actriz para aprender a convivir mejor conmigo misma y relacionarme más abiertamente con lo que me rodea. Hoy por hoy creo que nació de una profunda necesidad de libertad para encarnar a personas con conflictos diferentes y poder así vivir experiencias a través del maravilloso arte de contar historias y conmover corazones. Viajar con el público supone no volver igual al lugar del que una había partido y eso, cuando sucede, es fascinante.

El teatro en Ribadavia

¿La tradición teatral de Ribadavia influyó en tu decisión?

Me gustaría decir que sí, pero realmente no lo sé; supongo que todo influye en las decisiones que una toma, pero mentiría si dijese que hasta los 18 años participé de modo muy activo en la vida teatral de mi pueblo. Realmente, hasta que me fui a estudiar fuera con 18 años, mi vida en Ribadavia se centraba en mis estudios; jugar, las clases, el conservatorio y la gimnasia ocupaban la mayor parte de mi tiempo.

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El teatro se manifestó a través de intervenciones en piezas escolares que preparaba con detalle, pero que nunca me llegaron a hacer desear ser actriz, por lo menos a nivel consciente; también en bailes a escondidas delante del espejo de mi cuarto, en canciones en el ascensor a voz en grito que pensaba que nadie oía y en historias que creaba con mis muñecas para las que construía escenografías y cosía el vestuario. Todo ello sucedió en Ribadavia.

Descubrí la riqueza de mi pueblo al observarlo desde la distancia, desde otras ciudades, desde otros países. Supongo que necesité todo lo que viví para redescubrirla ahora que vivo en ella: na Vila. Ribadavia, un pueblo precioso con una Cultura, un Arte y una Historia desbordantes, y alimentados y cuidados por las personas que viven en él. No dejo de fascinarme con la implicación de los habitantes de Ribadavia en tantas actividades que lo mantienen vivo a través de actividades artísticas y encuentros. Tiene una espíritu comunitario realmente inspirador y conmovedor.

Interpretando a Rosa Puga Davila
Interpretando a Rosa Puga Davila

Ribadavia y la vida del pueblo, muchas mujeres y su pasión, me inspiran a muchos niveles y me nutren a nivel profesional; creo que decidir ser actriz es tan importante como querer seguirlo siendo cada día y claro, Ribadavia ayuda. El amor a las artes escénicas y a la música ha sido una constante en Ribadavia desde hace cientos de años; esto es algo que está documentado en el libro del genial José Ramón Estévez Pérez «Las artes escénicas en Ribadavia 1693-1950», que está en la actualidad en prensa.

Este maravilloso libro no deja lugar a dudas de que existió el caldo de cultivo necesario para lo que Ribadavia significó a nivel teatral. Lo que fue significando a lo largo de los años y, en concreto, a partir de 1969 que es cuando nace en Ribadavia la Agrupación Cultural Abrente dirigida por Rubén García, gran defensor de la cultura teatral del pueblo y uno de los grandes promotores de la Mostra.

El papel de Ribadavia en el fomento de la dramaturgia gallega desde sus inicios y el desarrollo del teatro profesional en Galicia hacen que a muchos niveles deba mucho a mi pueblo y a todas las personas que hacen posible que su enorme legado Cultural siga vivo; no nos olvidemos tampoco del Teatro do Vilar, compañía de teatro aficionado referente en Galicia cuya pasión y amor al teatro no pueden inspirarme más.

A pesar de haber estado tantos años en Madrid ¿Qué vínculos mantuviste o mantienes con Ribadavia?

Desde hace casi dos años venía todos los viernes a Galicia a dar clase de teatro en A Cañiza y posteriormente a Ribadavia con la creación del Aula de Teatro. Estuve haciendo viajes semanales porque mi idea era situar mi epicentro en Galicia en un futuro próximo, pero el Covid aceleró ese proceso. Desde hacía tiempo sentía la necesidad de situar mi punto de partida en Galicia. Deseaba estar más en contacto con la naturaleza y poder moverme desde aquí a otros lugares teniendo una sensación real de tener un sitio al que volver y al que poder llamar casa. Siempre me he sentido ciudadana del mundo y he sentido mi hogar en todos los lugares en los que me que sentido querida, pero supongo que con los años una necesita volver de algún modo, no lo sé.

Descubriendo el teatro

Hacerse un hueco en el mundo de la interpretación supone…

La verdad es que no lo sé porque siento que todavía no me he hecho un hueco, de hecho dudo de que haya huecos permanentes en este oficio. Como en casi todo, no hay garantías, hoy tienes hueco y mañana no. Lo que sí que puedo decir es que dedicarse a este oficio supone saber convivir con la precariedad que rodea al oficio y que lamentablemente asumimos muchas veces como natural. Considero que implica aprender a no perder el norte en medio de una gran inestabilidad y a convivir con la propia vulnerabilidad de una misma intentando sobrevivir a todo ello.

Supongo que supone el desarrollo de una enorme tolerancia a la frustración y por lo menos en lo que a mi respecta, tomar consciencia de que para desempeñar este oficio uno no debería dejar de aprender nunca de la vida y de los grandes referentes que a una le inspiren. Somos nuestro instrumento de trabajo así que en este oficio nuestro cuerpo y alma son nuestra empresa, partiendo de ello creo que podemos entender lo bello y duro que puede ser a la vez. Dedicarse al teatro supone para mi alimentar mucho la ilusión, el amor al oficio, a una misma y a los demás.

A pesar de trabajar con profesores de interpretación de primer nivel ¿recuerdas a alguien que te marcase especialmente en tus inicios?

No hay un profesor o profesora del que no haya aprendido algo, siempre se aprende, hasta de las “malas” experiencias. Me siento agradecida. He tenido muchos profesores y profesoras, y luego a los que considero maestros y maestras. Me han marcado las personas con vocación pedagógica que siempre hacían dignamente su trabajo. Han dejado huella en mí las maestras que me han ensañado la importancia de lo que no viene en los libros a través de la autenticidad que imprimían a su enseñanza; me han marcado mucho todas las personas y experiencias que me han enseñado a amar la vida tal como viene, a cuidar mi oficio y a tomarlo de la mano en momentos de crisis cuando me he planteado dejarlo.

Rosa Puga en ARIMA

Preséntanos ARIMA, la última película en la que actúas

ARIMA es un proyecto fruto de la convicción que durante muchos años su directora, Jaione Camborda, supo mantener viva y que con éxito ha materializado. Esta autoridad creativa fue imposible que no llegase al equipo de modo natural generando una implicación muy ilusionante. ARIMA es una película independiente y con mundo propio; muy valiente, irrepetible y única. Solo la pudo haber realizado su autora y eso la hace imprescindible. Es una película que se mueve entre lo real y lo imaginario, entre el miedo y el sueño, una pieza de atmósfera con un imaginario que no da respuestas, sino que invita a adentrarse en su misterio.

Me hace feliz que proyectos como el de Jaione sean reconocidos ya que directoras como ella deberían ser alentadas y apoyadas para que no dejen de contar sus inimitables historias. Arima se proyectó recientemente en el Festival de San Sebastián en su sección Made in Spain. Fue galardonada con el Premio a la Mejor Dirección en la sección Nuevas Olas del Festival de Cine Europeo de Sevilla y premiada como mejor película en el Festival Márgenes de Madrid. Fue presentada a los Goya con 15 candidaturas.

Interpretando a Rosa Puga Davila

Recientemente sonó tu nombre para los premios Goya ¿qué supone?

Ser convocada, que no nominada, a mejor actriz de reparto por mi trabajo en Arima es algo que he recibido con alegría. Supone que las personas que confiaron en mi para interpretar a Elena me consideraron para optar a ese premio por mi trabajo; eso para mi es lo más importante ya que me hace sentir que para ellas he hecho de modo satisfactorio mi trabajo como actriz al servicio de la historia. Jaione Camborda y Conchi Iglesias Pumar pusieron en mis manos un proyecto único y valiente, fruto de la convicción y el alma de su directora; creo que no hay mayor premio que ese.

El futuro de Rosa Puga

Eres actriz pero también has realizado actividad como guionista, productora e incluso directora ¿Veremos un cambio de tendencia en el futuro?

A lo largo de mi carrera he desempeñado muchos trabajos; labores de lo más dispar. Al principio siempre pensaba que nunca estaba lo suficientemente preparada para nada porque realmente, siempre sentía que necesitaba saber más para hacer esto o lo otro, siempre queda tanto por aprender… pero con los años he aprendido a respaldarme más y a lanzarme a la piscina, confiando en lo que tengo para ofrecer y estando abierta a aprender de las experiencias y de los fracasos.

Ahora mismo no siento que experiencias más puntuales en mi trayectoria puedan marcar un cambio de rumbo, pero no lo descarto, son compatibles. Sé que debo estar abierta, como expresó con humor Peter Brook, un director al que admiro, cuando dijo con 94 años y en activo “Ve siempre contra la marea. Busca, busca, busca. Intenta, intenta, intenta. Y cuando creas que has hallado lo que buscas, piénsalo bien… Quizá sea solo un montón de mierda”.

A pesar de la pandemia ¿En qué proyectos estás trabajando en estos momentos?

Ahora mismo trabajo en el Aula de Teatro de Ribadavia y también me encuentro ensayando en Santiago de Compostela Soga e Cinsa, de Aporía Escénica. Es una propuesta dramática que aborda la caza de brujas en Europa en los siglos XV, XVI y XVII. Somos 11 actrices en escena que procedemos de distintas disciplinas y está siento tremendamente enriquecedor. Si la situación actual nos lo permite, estrenaremos el 19 de febrero en el Auditorio Municipal de Vigo. Al igual que ARIMA, Soga e Cinsa es otro proyecto valiente de otra mujer creadora que en el que tengo la suerte de trabajar.

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