Colaboraciones

Me lo prometo

Me lo prometo – artículo de Marcos Pardo, escritor y músico.

Quiero comenzar recordando la letra del principio de una canción popularizada por Julio Iglesias en 1995; Vuela alto. «Llegar a la meta cuesta, cuesta tanto llegar, y cuando ya estás en ella mantenerse cuesta más»

Ya quisiera yo poder decir que alcancé mi meta; ni la he rozado, pero sí puedo decir con orgullo que no me quedo quieto esperando un milagro. De eso trata el camino, de andar y andar hasta llegar a nuestro destino, aunque por desgracia es demasiado habitual encontrarse con innumerables obstáculos y bloqueos que, si no tienes fe en ti, harán que abandones tus sueños, que olvides esa idea que te identifica, que no conozcas la mejor versión de ti. 

En lo que llevo recorrido hasta ahora, hay cegadoras luces e inquietantes sombras. Me explico: lo mejor -algo tan reconfortante como emotivo- es conocer el cariño de las personas que realmente, y subrayo, realmente creen en ti y te apoyan. Es un gran orgullo lograr hacer tangible algo que durante mucho tiempo fue tan solo una ilusión. En mi caso, se traduce en haber escrito tres novelas y haber grabado un disco (sí, ya lo sé, me conocen en mi casa y poco más, como suele decirse)

La peor parte, lo negativo, es el nulo apoyo de algunos medios de comunicación y/o entidades que presumen de apoyar el talento local, la cultura y bla, bla, bla… Populista y vulgar palabrería que, rápidamente, evidencia la bochornosa realidad que esconden.

Me lo prometo

Me lo prometo
Marcos Pardo

Me resulta exasperante esa clase de gente aduladora que se te acerca y saca pecho hablando de apoyar a los emprendedores, a los nuevos talentos, a la «gente de aquí», cuando resulta que jamás han invertido ni tiempo, ni medio céntimo de euro en tu trabajo, por no mencionar a los que además de eso, todavía pretenden enlodar los pequeños peldaños que con tanto esfuerzo uno ha logrado escalar, y digo esto con pleno conocimiento de causa, pues me ha sucedido a mí y he sido testigo de cómo le sucedió a otros compañeros de profesión.

Es en este punto en donde tu personalidad juega un papel decisivo. Si no tienes seguridad en ti mismo, si dudas de tu talento, de tu valía, entonces es mejor olvidarlo todo y dedicarse a otra cosa, porque vas a pasarlas muy canutas. Tampoco me olvido de los típicos oportunistas que aparecen del mismo modo que esa mosca que no te deja en paz, intentando sacar provecho de tus ilusiones. Digo esto como aviso a navegantes.

En la música, por ejemplo, siempre vas a encontrar a alguien que te pedirá que participes en esto y en lo otro a cambio de literalmente nada, aunque obviamente, te hará creer que es para darte a conocer y alguna célebre perla más. Yo, por suerte, he sido demasiado tajante durante ese tropiezo. Punto para mí. Si quieres que valoren tu trabajo, empieza por ser tú quien le ponga valor. 

Me lo prometo

Yo sí creo en mí, por eso no me conformo con ejercer mi talento como si de una simple afición se tratara. Sé que me costará mucho alcanzar mi meta, tardaré más o menos tiempo, pero sé que lo voy a conseguir, me lo prometo.  

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