El núcleo rural de San Vicente de Leira, en el Concello de Vilamartín de Valdeorras (Ourense), ha quedado completamente arrasado tras el avance de los incendios forestales que en los últimos días han castigado la provincia.
Las imágenes aéreas captadas por el fotógrafo Jonathan Quarré muestran un paisaje desolador, con viviendas reducidas a escombros, prados ennegrecidos y un entorno natural convertido en ceniza.
Las imágenes que muestran la devastación de San Vicente de Leira
La devastación en esta pequeña aldea supone la pérdida de un modo de vida vinculado a la tierra y a la memoria colectiva de varias generaciones.
Quarré, además de documentar con su cámara la magnitud de la tragedia, compartió un texto en el que recuerda con emoción la vida que albergaba San Vicente de Leira: la infancia en libertad, las fiestas populares, el humo de las chimeneas en invierno, los prados llenos de animales y la hospitalidad vecinal que definía a la comunidad.
En sus palabras, el fotógrafo relata cómo aquellos recuerdos se han transformado ahora en un vacío difícil de asumir: “El 16 de agosto, el día del cumpleaños de mi padre, quedará grabado en la cabeza de todos los que dejamos un trocito de nuestra vida allí”.
Las fotografías, asegura, no son un homenaje ni un ejercicio artístico, sino un grito de rabia ante la impotencia de ver cómo la aldea desaparece entre llamas después de años de lucha de sus vecinos por mantener vivo su lugar.
San Vicente de Leira, como otros núcleos rurales gallegos, representa no solo una geografía, sino también una memoria colectiva que el fuego ha destruido en cuestión de horas. Hoy, sus vecinos contemplan con incredulidad un paisaje que ha pasado de ser hogar y refugio a convertirse en cenizas.