Se podría decir que el pediatra no pasa de Celanova a tenor de las informaciones que algunos padres nos hacen llegar. Todos tenemos claro que no es lo mismo atender a un niño que a un adulto.
Las patologías que sufre un menor desde su nacimiento son completamente distintas a las de un adulto. Necesitan un seguimiento exhaustivo para el control de vacunas, peso, estatura, etc… Todas estas razones son las que llevaron en su momento a crear la figura del pediatra.
Siempre se entendió que un niño menor de 14 años necesita un médico especializado al que llamamos pediatra. Pero no todos los niños deben ser iguales. En A Baixa Limia, se contabilizan unos 200 niños en edad de ser atendidos por un pediatra.
No se puede decir que el Sergas no les asigne uno, el problema es donde se lo asigna. Todos los niños de la zona, deben desplazarse a Celanova para realizar los controles de edad o poner una vacuna.
Desde que comenzó esta situación de crisis sanitaria, se eliminó la consulta de pediatría que los miércoles había en el Centro de Salud de Bande. Al destinar dicha consulta a enfermos de Covid-19, se obligó a todos los niños a importantes desplazamientos para recibir la atención adecuada.
Algunos deben recorrer casi 80 kilómetros para asistir a la consulta. Quizás, un pediatra más cerca no es mucho pedir.